Cuando el corazón y el escudo se unen

Juan Miranda, aficionado bético desde pequeño, fue el jugador encargado de lanzar el penalti decisivo que otorgó la Copa al Real Betis

25 abr 2022 / 11:06 h - Actualizado: 25 abr 2022 / 16:03 h.
"Real Betis","Final Copa del Rey 2022"
  • El defensa del Betis, Juan Miranda, tras lanzar el último penalti y que significó la Copa del Rey para el Betis. EFE/José Manuel Vidal
    El defensa del Betis, Juan Miranda, tras lanzar el último penalti y que significó la Copa del Rey para el Betis. EFE/José Manuel Vidal

La noche que vivió el Estadio de la Cartuja el sábado estuvo marcada por el triunfo del Real Betis frente al Valencia. La histórica temporada del equipo al mando de Manuel Pellegrini culminó tras el quinto acierto de los suyos desde los 11 metros. El resultado del azar de los penaltis dio un significado distinto a las lágrimas de los capitanes de ambos equipos, y acabó con Joaquín levantando el título. Sin embargo, la final dejó un nombre propio: Juan Miranda.

En el fútbol actual -quizá más que en el de años pasados- los jugadores son parte de un mercado en el que sus fichas se compran y se venden constantemente. Los futbolistas suelen rotar por varios equipos durante sus carreras, por lo que es difícil mantener el ideal de que el jugador sea del equipo en el que está. A pesar de ello, existen casos en los que este concepto sí se puede dar, y el triunfo bético de este fin de semana lo ejemplifica a la perfección. El joven lateral que anotó el penalti decisivo de la final posee su origen en la cantera bética, y asegura ser ‘‘un aficionado más’’.

El paso por la cantera del FC Barcelona no alteró los colores del jugador proveniente de Olivares. Su temprano fichaje por las categorías inferiores del gigante catalán hizo que la mayor parte de su formación como futbolista se produjese en La Masía, aunque su regreso al club de sus amores no tardó en producirse. En 2020 volvería a un Betis que necesitaba reforzar la parcela defensiva, y a partir de ahí ha mantenido una competencia constante en la posición del lateral izquierdo con Álex Moreno.

Sus casi dos años como futbolista profesional en el equipo verdiblanco culminaron en el último lanzamiento de la tanda de la final copera. Un cambio inesperado por parte del técnico chileno, una temporada agridulce marcada por el gran estado de forma de su competidor, y un balón con el que batir al portero rival. Todos esos factores se unieron en un exitoso lanzamiento hacia la izquierda que concedió la Copa al Real Betis. Un aficionado bético consiguió el ansiado título tras 17 años sin poder hacerlo. Miranda hizo historia.

Si hay alguna forma de mejorar la obtención de un título, es que un jugador que sea del equipo en el que juega tenga un papel significativo en la misma. Miranda rompió el estereotipo que expone que los jugadores jóvenes no deben tirar penaltis. Su acierto supuso la otra cara de la moneda que compartía con Yunus Musah en lo que a inexperiencia se refiere. El éxito, sin duda, es colectivo, pero el joven defensa bético puede estar seguro de que su nombre quedará grabado en la historia de su club.