El auténtico Betis sólo jugó diez minutos en San Mamés (2-0)

LA CRÓNICA. El Athletic pone fin a la racha de los verdiblancos tras ocho jornadas sin perder. El equipo de Setién sobrevivió a una malísima primera parte en la que los ‘leones’ chutaron dos veces al larguero y marcaron un gol mal anulado, pero sólo despertó tras el 1-0. A partir de ahí se topó también dos veces con la madera y logró otro tanto legal que el árbitro invalidó

05 may 2018 / 16:02 h - Actualizado: 06 may 2018 / 17:21 h.
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  • Loren cabecea pegado a Kepa. El árbitro vio falta donde no había y anuló el posterior gol de Javi García / Javier Zorrilla (Efe)
    Loren cabecea pegado a Kepa. El árbitro vio falta donde no había y anuló el posterior gol de Javi García / Javier Zorrilla (Efe)

El nuevo San Mamés puso fin a la extraordinaria racha del Betis. Ocho jornadas sin perder y la clasificación para Europa son un buen atenuante de cualquier crítica, pero es obligatorio consignar que el conjunto verdiblanco exhibió una de sus peores versiones y dio una inesperada imagen carente de intensidad y ambición, como si estuviese pensando en el derbi antes que en el Athletic. Y lo pagó. Los leones, que están para poco, fueron muy superiores en el primer tiempo, se estrellaron dos veces con el larguero y marcaron un gol que el asistente anuló sin razón. Sólo cuando marcaron, a un cuarto de hora del final, reaccionó el Betis, que en diez minutos sí fue el poderoso conjunto que ha podido con todo y todos en los dos últimos meses. En ese ratito de nada lanzó otros dos remates a los palos y también marcó, pero el árbitro fue el único que vio una falta sobre Kepa que no era de ninguna de las maneras y lo invalidó. En igualdad de remates al travesaño y goles mal anulados, el Athletic fue justo vencedor.

Que el Betis no era el Betis fue patente desde la misma alineación: Mandi, para no correr riesgos de sanción, se quedó en el banquillo; Barragán, con molestias, ni siquiera fue suplente; y Tello lo sustituyó como lateral. En todo caso, elementos había de sobra para conservar sus señas de identidad, pero durante todo el primer tiempo no fue así. El Athletic ganó de largo en el centro del campo, generó una cantidad de peligro inédita para el Betis de estos meses de éxitos y no sufrió en defensa. Con decir que la única jugada verdiblanca de cierto mérito hasta el descanso fue una arrancada de Amat y un pase al hueco para Fabián sin mayores consecuencias... Y ese gris panorama se oscureció un poco más con la lesión de Junior. Quique Setién retrasó a Javi García y metió a Camarasa y todo siguió igual.

Al partido sólo le faltaban las ocasiones y el Athletic tuvo siete en poco más de veinte minutos. No es una exageración. La primera, un remate de Muniain tras un robo sobre la ayer endeble salida de balón del Betis. Luego, el primero de los trallazos al larguero, obra de Williams tras una falta de Beñat. Otro envío del exbético provocó el gol anulado a Aduriz por un fuera de juego inexistente: el esférico le llegó tras un rebote entre dos verdiblancos. Después, un fuerte despeje de Fabián se convirtió en un remate de Mikel Rico hacia Pedro, que reaccionó bien. El segundo larguerazo llevó la firma del mismo futbolista. Acto seguido, Aduriz cabeceó fuera con Pedro superado. Y en el último minuto, Williams se plantó ante el meta pero se quedó sin sitio tras driblarlo. Conclusión: el Betis atacó mal y defendió peor.

El regreso de los vestuarios deparó un nuevo escenario, no radicalmente distinto al anterior pero sí lo bastante para esperar un mejor Betis. Tampoco era tan difícil, claro. En el primer cuarto de hora, por ejemplo, se aproximó a Kepa gracias a un par de buenas jugadas de Camarasa. Una de ellas proporcionó el primer remate verdiblanco de todo el partido, aunque sin peligro real para los locales. En todo caso, ese principio de segundo tiempo también fue engañoso. Cómodo en la retaguardia sólo porque el Athletic suavizó ese ímpetu que le había hecho ser dueño y señor de la primera mitad, el grupo de Setién seguía en realidad como si no estuviera en Bilbao si de atacar se trataba.

Para despertar a los suyos de la siesta y comprobar que el Athletic tenía un portero, Setién metió a Rubén Castro y Boudebouz, pero no hubo tiempo para confirmar si habría mejoría o no. Después de un par de aproximaciones a balón parado (una falta lateral de Beñat y un córner que cabeceó Iñigo Martínez), el Athletic halló el premio a su superioridad en otra jugada igual de mal defendida que ese saque de esquina, un cara a cara entre Lekue y Durmisi resuelto con un centro del extremo y otro cabezazo en solitario de Muniain ante el estatismo de hasta cinco futbolistas verdiblancos.

La desventaja sí hizo reaccionar al Betis, pero a buenas horas... A partir de su primer remate entre los tres palos, con la firma de Tello pero sin problemas para Kepa (81’), los verdiblancos se desataron en ataque y crearon cuatro buenas ocasiones, incluido un gol mal anulado por Alberola Rojas. Primero, un zurdazo de Fabián con paradón de Kepa y balón al larguero. Unos segundos más tarde, derechazo de Bartra y nueva estirada de Kepa. Al minuto, ese tanto indebidamente anulado a Javi García por una falta inexistente de Loren al portero. Y ya al final, cabezazo de Javi García al mismísimo pico de la cruceta. En el contragolpe casi inmediato sentenció Aduriz después de un carrerón de Williams.

ATHLETIC CLUB: Kepa; Unai Núñez, Yeray, Iñigo Martínez, Saborit (Córdoba, m. 72); Williams, Beñat (Iturraspe, m. 62), Mikel Rico, Muniain (Susaeta, m. 82); Lekue y Aduriz.

REAL BETIS: Pedro; Tello, Amat, Bartra, Junior (Camarasa, m. 19), Durmisi; Fabián, Javi García, Joaquín (Boudebouz, m. 73); Loren y Sanabria (Rubén Castro, m. 62).

Goles: 1-0, m. 75: Muniain. 2-0, m. 92: Aduriz.

Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castellano-Manchego). Amonestó a Bartra (27’) y Javi García (93’).

Incidencias: 36ª jornada de Liga. San Mamés, 34.491 espectadores.