El Betis anda a ritmo de caracol (0-0)

LA CRÓNICA. Los verdiblancos ceden su tercer empate consecutivo, todos en el Villamarín, en un partido no muy brillante en el que se estrelló dos veces con los palos. El árbitro no vio un claro penalti de Pezzella y otro de Montoya

11 feb 2017 / 15:03 h - Actualizado: 11 feb 2017 / 21:05 h.
"Real Betis"
  • Durmisi, entre de los mejores del Betis una vez más, se va de Munir / Jesús Barrera
    Durmisi, entre de los mejores del Betis una vez más, se va de Munir / Jesús Barrera
  • Pezzella desvía con el brazo derecho el remate de Montoya.
    Pezzella desvía con el brazo derecho el remate de Montoya.
  • Montoya agarra a Dani Ceballos dentro del área.
    Montoya agarra a Dani Ceballos dentro del área.

El Betis tampoco venció al Valencia y cedió su tercer empate consecutivo en otros tantos partidos también seguidos en el Villamarín. Demasiadas igualadas para el cuerpo, la verdad. Su metamorfosis defensiva está muy bien porque aumenta sus probabilidades de puntuar jornada a jornada, pero se ve que esta nueva relación amorosa con las porterías en blanco le ha costado el divorcio con la eficacia ofensiva. Esa rémora le impide avanzar a una velocidad decente y la conclusión es que Víctor, que ha minimizado el porcentaje de derrotas, necesita incrementar ahora la frecuencia de victorias: en las seis últimas jornadas, una. A ese ritmo de caracol le va a costar Dios y ayuda alcanzar su objetivo.

No fue el Betis del Barcelona, pero tampoco fue el del Sporting o el de casi cualquier partido fuera del Villamarín. El equipo verdiblanco se comportó en un término intermedio: no se encerró tanto como otras veces, pero ni mucho menos fue a por el Valencia en su campo. Prefirió prestar el control del esférico y apostar por el contragolpe, aunque la mañana no empezó muy fluida para el principal encargado de materializar esa propuesta. Es decir, Dani Ceballos. No fue un Betis brillante y sí un Betis que sufrió. La coordinación defensiva de todos sus hombres no estuvo al nivel de hace dos semanas y el Valencia supo por dónde atacarle. Que Petros estuviese tan pendiente de Parejo en algunas fases, con el consiguiente desajuste táctico, también perjudicó más que benefició a los de Víctor.

Aun así, sin un gran fútbol, casi a trompicones, el Betis generó tres de las cinco ocasiones que deparó el primer tiempo, sin contar el par de veces que Rubén Castro dispuso de buenas posiciones dentro del área, ambas estropeadas por culpa de una indecisión inaudita a la hora de chutar. Esas oportunidades fueron un primer zurdazo del canario a la cruceta, un remate demasiado flojo de Álex Alegría que salvó Gayá tras una pésima salida de Alves ante Rubén y otro izquierdazo del pichichi verdiblanco que se marchó fuera por poco.

Las otras dos ocasiones fueron del Valencia, que también se aproximó a Adán pero no tanto como podría inferirse de su control territorial y su aparente facilidad para superar el centro del campo rival. Primero, Munir exigió al meta en una jugada que prosiguió con un claro penalti de Pezzella, quien desvió con el brazo derecho un remate de Montoya. Después, el cancerbero también aportó una manopla de mucho mérito para despejar un zurriagazo envenenado de Gayá. El árbitro, horrible en la jugada polémica del área bética, repitió poco después en un claro agarrón de Montoya a Dani Ceballos en la otra punta del campo. Hubo dos penaltis y no vio ninguno. Y además debe de tener algo en contra de la ley de la ventaja, entre otros defectos.

El Betis dio un pequeño paso adelante en la segunda parte. No es que se comiese al Valencia, pero Rubén Pardo se entonó poco a poco para acabar siendo de los mejores de su equipo, Dani Ceballos participó con más frecuencia y el conjunto verdiblanco, obviamente, mejoró al calor de sus dos motores. De hecho, el protagonismo ofensivo inicial fue precisamente para los mediocentros: en el 47’, Rubén Pardo ensayó un buen lanzamiento lejano; en el 50’, Petros maniobró como si hubiese sido delantero centro de toda la vida y remató a la madera con Alves batido. En el 61’, Álex Alegría estuvo a punto de repetir el gol que marcó al Barcelona en un córner tras una excelente internada de Durmisi, el mejor del Betis a esas alturas.

Perdonó el equipo de Víctor, o no tuvo la eficacia que tanto reclama el técnico, y el encuentro recuperó su tónica habitual. El Valencia se aferró al buen nivel defensivo que lideró Mangala, insuperable se le atacase por donde se le atacase, y esperó que Parejo, Orellana o Nani creasen algo potable en ataque. Hubo alguna que otra triangulación vertiginosa, es cierto, pero el episodio no tuvo continuidad. Adán sólo tuvo trabajo en un intento lejano de Parejo y un peligroso zurdazo de Joao Cancelo. El Betis, dominador pero sin excederse para no correr riesgos atrás, como el Valencia, y perjudicado por los relevos, no como el Valencia, tampoco inventó mucho. Lo más notorio, un lanzamiento de falta muy bien ejecutado por Durmisi desde la línea de medios que Rubén Castro, a bocajarro, remató en franca posición pero con poca convicción ante Alves. El Betis no gana desde que su goleador no marca. Seguro que no es casualidad...

REAL BETIS: Adán; Piccini, Mandi, Pezzella, Tosca, Durmisi; Petros (Jonas Martin, m. 73), Rubén Pardo, Dani Ceballos; Álex Alegría (Sanabria, m. 73) y Rubén Castro.

VALENCIA CF: Alves; Montoya, Santos (Abdennour, m. 56), Mangala, Gayá; Parejo, Mario Suárez; Munir, Orellana (Cancelo, m. 80), Nani; y Santi Mina (Zaza, m. 63).

Árbitro: Trujillo Suárez (Comité Tinerfeño). Amonestó a Santos (21’), Parejo (57’), Mandi (62’), Zaza (77’), Pezzella (87’), Sanabria (88’) y Dani Ceballos (88’).

Incidencias: partido de la 22ª jornada, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 30.567 espectadores.