El Betis visitante estropea el Betis local

Ya es el equipo más perdedor de la Liga fuera de su estadio. En los dos últimos meses y medio ha enlazado cinco derrotas seguidas entre la Liga y la Copa. La mejoría en el Villamarín es igual de patente, pero no le basta para dar un salto de calidad en la tabla

16 ene 2017 / 09:00 h - Actualizado: 16 ene 2017 / 17:57 h.
"Real Betis","Gustavo Poyet","Víctor Sánchez del Amo"
  • Vela celebra el gol de la derrota verdiblanca en Anoeta (1-0) entre Bruno y Piccini / Javier Etxezarreta (Efe)
    Vela celebra el gol de la derrota verdiblanca en Anoeta (1-0) entre Bruno y Piccini / Javier Etxezarreta (Efe)

El Betis se plantará en la última jornada de la primera vuelta con un margen aparentemente cómodo sobre la zona de descenso (nueve puntos) y una desventaja no muy aparatosa respecto a esa décima plaza que en teoría es su objetivo (tres puntos). Aficionados poco exigentes pueden sentirse conformes con este balance y el decimocuarto puesto, pero el común de los béticos no está satisfecho con la trayectoria de su equipo, como ha demostrado con insistencia en lo que va de curso, así que Víctor Sánchez del Amo y sus futbolistas deben obligarse a hacer lo que sea para alcanzar ese salto de calidad que de momento se les resiste. Ese ‘lo que sea’ puede empezar por su rendimiento fuera de casa. El conjunto verdiblanco se ha hecho fuerte en el Villamarín desde el relevo en el banquillo y su marcha como local admite pocas pegas, pero todo lo que gana en casa lo pierde cuando sale. El Calderón es el último ejemplo.

Los dos últimos meses han sido tan nefastos para el Betis visitante como impecables para el Betis local. Fuera de su casa, la serie es de cuatro derrotas consecutivas en la Liga, una con Gustavo Poyet (el 2-0 en Villarreal que lo condenó a la destitución) y tres con Víctor: 3-1 ante el Eibar, 1-0 frente al Alavés y 1-0 contra el Atlético de Madrid. A esta racha hay que añadirle la derrota de Riazor en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey: 3-1 contra el Deportivo. Por tanto, son cinco desplazamientos seguidos con otras tantas derrotas desde su último éxito forastero, el 1-2 en el campo de Osasuna (21 de octubre).

El balance total del Betis como visitante en lo que va de Liga también es para echarse a temblar: dos victorias (2-3 en Mestalla y 1-2 en El Sadar), cero empates... y siete derrotas. Es el equipo más perdedor del campeonato cuando abandona la zona de confort de su estadio, lo cual dice mucho (o poco, según se mire) del pobre nivel que está exhibiendo en territorio enemigo. El único que iguala su registro es el Sporting.

La escuadra verdiblanca también es la cuarta que menos goles consigue fuera de casa: 8 en los nueve viajes que ha realizado. En esta estadística sólo tiene por detrás al Leganés (6), el Sporting (6) y el Athletic (7). Además de los tres de Valencia (Joaquín y doblete de Rubén Castro) y los dos de Pamplona (Joaquín y Felipe Gutiérrez), anotó dos en el Camp Nou (Rubén) y otro en Eibar (Rubén). Eso significa que en cinco de sus nueve partidos de Liga lejos de Heliópolis no vio portería: el Sánchez-Pizjuán (1-0), Anoeta (1-0), El Madrigal (2-0), Mendizorroza (1-0) y el Vicente Calderón (1-0). Nótese que cuatro de esas derrotas fueron por la mínima, lo cual conduce a otra reflexión: ganar a veces es imposible, pero en su defecto no sienta mal puntuar... y el Betis todavía no ha empatado ni una vez fuera de su estadio.

En casa ocurre todo lo contrario. El balance más reciente de los verdiblancos en el Villamarín es de cuatro victorias (incluida la copera ante el Dépor) y un empate (3-3 con el Celta) en los cinco encuentros en los que Víctor se ha sentado en el banquillo de La Palmera. En todos sus triunfos hubo un denominador común: no encajó ningún tanto. El Betis, además, afronta ahora otra doble cita como local, aunque tiene un problema: la segunda es ante el Barcelona. Antes recibirá al Sporting.