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Pezzella, Durmisi y Fabián pueden coincidir la próxima temporada en el ‘calcio’.
Ángel Haro dibujó hace unos días la nueva política económica de fichajes del Betis. A grandes rasgos, la intención del consejo es invertir en contrataciones el dinero que obtenga a través de las ventas de futbolistas. En el mejor de los casos, un poco más. Nada nuevo bajo el sol, ya que muchos clubes siguen esa máxima, aunque sí es novedosa en Heliópolis. Ese horizonte que pasa por traspasar jugadores es la consecuencia inevitable de la revalorización de la plantilla tras una excelente campaña. Lo curioso en el ejemplo verdiblanco es que el dinero, al menos en esta primera parte del mercado, procede del mismo sitio: Italia. Allí se ha quedado Pezzella, allí se va a ir Durmisi y allí, si no hay sorpresas, se marchará también Fabián.
El Betis puede ingresar cerca de 50 millones de euros procedentes del calcio. 50 millones, que se dice pronto. Los más frescos son los 7 que va a recibir por Durmisi, a punto de fichar por la Lazio. El danés, relegado al banquillo tras la irrupción de Junior, ya se encuentra en Roma y ayer por la mañana se sometió al pertinente examen médico. Salvo sorpresa, hoy será oficialmente jugador lacial.
El zaguero nórdico llegó al Betis en 2016 por 2 millones de euros y se irá por 7. La plusvalía es de 5 millones, aunque su club de origen, el Brondby, tiene derecho al 20%, es decir, que se llevará un millón. En otras palabras, el Betis conseguirá un ingreso total de 6 millones y una plusvalía de 4. Durmisi, a todo esto, firmará un contrato de cuatro temporadas con opción a una quinta con un salario anual de 1,2 millones más bonus.
Hace ya varias semanas, el protagonista fue Pezzella. En 2017, el argentino se marchó cedido a la Fiorentina, que se reservó una opción de compra por 10 millones. Una vez concluido el préstamo, la entidad del Artemio Franchi ejecutó esa cláusula. 10 millones más para las arcas del Betis, que fichó al defensor por 2,5 millones y luego hizo otro desembolso para tener el 100% de su pase. Con el dinero de Pezzella, por cierto, organizó el club heliopolitano el fichaje de Bartra.
El próximo episodio, el tercero, debe de ser el de Fabián y su marcha al Nápoles por la cláusula de rescisión: 30 millones. Al tratarse de un canterano, la plusvalía sería la máxima para el Betis. El jugador, por cierto, continúa con su crucero y ayer paró en Roma. Según apuntan en la ciudad napolitana, en la que estuvo el miércoles, el palaciego regresará para someterse al reconocimiento médico cuando concluya ese periplo por el Mediterráneo.