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El divorcio entre el ataque y la defensa del Betis

El conjunto de Víctor se ha estancado ante las porterías rivales justo cuando está casi intratable en la suya. En el último mes sólo ha marcado un gol, el de Álex Alegría al Barcelona, y en las cinco últimas jornadas apenas ha encajado dos tantos

13 feb 2017 / 09:00 h - Actualizado: 13 feb 2017 / 14:11 h.
"Real Betis","Víctor Sánchez del Amo"
  • Rubén Castro lanzó cinco remates ante el Valencia. Uno de ellos dio en la cruceta / Jesús Barrera
    Rubén Castro lanzó cinco remates ante el Valencia. Uno de ellos dio en la cruceta / Jesús Barrera

El Betis es víctima de una pequeña sobredosis de empates, hasta tres consecutivos, que entorpece (por no decir que imposibilita) cualquier pretensión de aproximarse a su objetivo: la mitad alta de la clasificación. Todas estas igualadas (Sporting, Barcelona y Valencia) han tenido como denominador común un excelente rendimiento defensivo y un deficiente rendimiento ofensivo. Víctor Sánchez del Amo ha enmendado uno de los grandes defectos del Betis que le dejó en herencia Gustavo Poyet, mayormente ser un coladero, pero ahora se las ve y se las desea para completar con un buen ataque todo lo positivo que hace del centro del campo hacia atrás. Proteger a Adán como Dios manda le concede muchas posibilidades de puntuar, pero estar peleado con la eficacia le impide salvar el pequeño trecho que a veces separa el empate de la victoria.

La crisis atacante del Betis dura ya un mes. El conjunto heliopolitano sólo ha marcado un gol en las cuatro últimas jornadas, el de Álex Alegría al Barcelona. Perdió contra el Atlético (1-0) y empató los otros tres, con dos 0-0 (Sporting y Valencia) y un 1-1 (Barcelona). La racha es de un gol en 365 minutos, ya que antes de eso batió al Leganés por 2-0 y el segundo, con la firma de Piccini, se produjo en el 85’.

Al contrario que en otras coyunturas similares, el problema del Betis no es su pobreza en la creación de fútbol. Al revés. Desde que Víctor corrigió el ataque de locura de Poyet y entregó la titularidad a Dani Ceballos, la progresión del equipo en esa faceta es patente. El problema, por tanto, es la puntería. Y ese dato está inevitablemente asociado a Rubén Castro, que acumula ya cuatro jornadas sin marcar. Son las mismas que lleva el Betis sin ganar.

Como es natural, el canario no es el único pecador. El Betis generó 16 remates contra el Valencia, pero sólo cuatro fueron entre los tres palos. Dos, de hecho, se estrellaron contra ellos. Y así desde hace un mes... O no. En realidad, la tónica proviene del principio de la Liga. El Betis es el cuarto equipo menos goleador del campeonato, con 21 dianas en 21 partidos, lo que da una media exacta de una por partido. Sólo mejora al Leganés (15 goles en 22 choques), el Granada (17 en 21) y el Alavés (21 en 22).

En defensa, sin embargo, el Betis es un ejemplo de acierto. Si desde el 3-3 contra el Celta se ha quedado sin marcar en cuatro de siete jornadas, también ha mantenido su portería a cero en el mismo número de encuentros. En las cinco últimas jornadas apenas ha encajado dos tantos, uno del atlético Gaitán y otro del barcelonista Luis Suárez (en el 90’). Adán ha visto considerablemente reducida la carga de trabajo que soporta cada día de partido. Por ejemplo, el Atlético sólo le lanzó tres remates entre los tres palos; el Sporting, uno; y el Barcelona y el Valencia, cuatro cada uno.

A todo esto, gracias a su engrasada maquinaria defensiva, el Betis de Víctor continúa invicto en el Villamarín. Y ya son ocho partidos oficiales así, siete de ellos en la Liga (2-0 con Las Palmas, 3-3 con el Celta, 1-0 al Athletic, 2-0 frente al Leganés, 0-0 contra el Sporting, 1-1 ante el Barcelona y 0-0 con el Valencia). El otro fue en la Copa del Rey (1-0 con el Deportivo). La mala noticia es que predominan los empates (cuatro) sobre las victorias (tres).