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Rubén Castro trata de zafarse de Gustavo Cabral. / Salvador Sas
Valioso punto el que se trae el Betis de Balaídos, pues le va a permitir poder sellar matemáticamente la permanencia esta misma semana, con un triunfo ante Las Palmas o puede que días después en el Sánchez-Pizjuán ante el Sevilla. No se trajo los tres porque Rubén Castro falló hasta cuatro ocasiones clarísimas, de esas que casi nunca perdona, y porque Adán, que estuvo colosal toda la noche, se vio sorprendido por su palo en el gol del empate vigués, que apretó de lo lindo en muchas fases del choque y puso a prueba la solvencia de la zaga bética, ayer a un muy buen nivel.
Fue un partido bien jugado por el Betis, el mejor que ha disputado Joaquín desde su vuelta, pues el equipo, tras el agónico triunfo de la semana anterior ante el Levante, jugó más liberado y haciendo por momentos un fútbol de nivel.
Sufrió el Betis mucho en los primeros quince minutos, pues el Celta salió a tope de revoluciones, metiéndole al juego un ritmo infernal que impedía a los béticos, agobiados, dar dos pases seguidos para poder salir de su parcela. En esos compases iniciales fue crucial Adán, que en el 7’ hizo un paradón colosal tras una gran jugada de Planas y Nolito, con taconazo a bocajarro de Guidetti que repelió de manera espléndida el meta.
Merino había dispuesto un doble pivote más defensivo, con Petros y N’Diaye, y por delante de ellos mandó a Musonda a la banda derecha, a Joaquín por el centro y a Dani Ceballos por la izquierda. Pasado el arreón inicial, el Betis pisó área y a la primera que lo hizo anotó N’Diaye el 0-1, tras una jugada de Rubén Castro que supo continuar bien Montoya. Corría el minuto 24 y el Betis se vino definitivamente arriba de la mano de Musonda, Ceballos y... Joaquín, que firmó una jugada marca de la casa, con slalom en el área y chut a la cepa del poste, cuyo rechace volvió a enviar Rubén Castro al palo, aunque este segundo remate ya fue anulado por el árbitro.
Pudo ser el 0-2 para un Betis que vivía sus mejores momentos y jugaba de tú a tú a todo un Celta, al que Adán impidió empatar con otro paradón soberbio tras cabezazo ajustadísimo de Nolito. El Betis tiene uno de los mejores porteros de la Liga –y al mejor goleador nacional, Rubén Castro– y hace bien en sacar provecho de ello cada vez que puede, aunque a algunos parece incluso que les moleste, pues por el patio verdiblanco hay más de uno con los cables pelados.
A la vuelta del descanso, con el Celta volcado, Rubén gozó de dos ocasiones a la contra de las que no suele perdonar nunca. Esta vez lo hizo y dio alas a un Celta que apretó de lo lindo hasta encontrar el empate, pues tras asustar en esas contras, los verdiblancos se retrasaron en demasía y casi toda la segunda parte solo la dedicaron a defender, a lo que ayudó Merino con sus cambios. La victoria volvió a estar cerca en el 85’, pero no era la noche de Rubén, y su remate picado, tras superar al portero, lo sacó Cabral bajo palos. Fue uno de los mejores partidos del Betis del curso. Y el empate le debe valer.
Celta de Vigo: Rubén Blanco, Jonny, Cabral, Sergi Gómez, Planas; Radoja (Tucu Hernández, min.73), Wass (Marcelo Díaz, min.38); Beauvue (Iago Aspas, min.43), Orellana, Nolito; Guidetti.
Real Betis: Adán; Molinero, Pezzella, Bruno, Montoya; Musonda, N’Diaye, Petros, Dani Ceballos (Cejudo, min.63); Joaquín (Xavi Torres, min.73) y Rubén Castro.
Goles: 0-1 N’Diaye, min.23; 1-1 Tucu Hernández, min.77
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (colegio vasco). Mostró tarjeta amarilla a Cabral, Hernández, Orellana y Jonny por parte del Celta, y a Rubén Castro, Dani Ceballos y Cejudo por parte del Betis.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 14.934 espectadores, según anunció el club gallego.