El nombre de Nabil Fekir se encuentra sobre la mesa estos días en las oficinas de Heliópolis. No sólo porque cuente con dos pretendientes que ya salieron a la luz (Arsenal y Milán) sino ante la posible necesidad de venta que pudiera tener el Real Betis, dada la recesión económica en la que se encuentra sumergida el país. Según ha informado el diario As, el club se plantearía su marcha con 50 millones de euros como punto de partida, cifra que, inicialmente, ni británicos ni italianos asumirían.
El atacante franco-argelino expresó públicamente en febrero su deseo de quedarse en Sevilla. De hecho, en el club contemplan su perfil como la piedra angular en torno a la que debe girar el próximo proyecto. No obstante, debido a una incertidumbre incalculable a causa de cómo quedará la economía en España, el futuro del jugador es incierto.
Fekir llegó al Betis a finales del pasado mes de julio, tras una operación en la que el club verdiblanco desembolsó 19,75 millones de euros al Olympique de Lyon, dejando hasta 10 kilos más en variables por objetivos, que abonará en distintos plazos, para hacerse con los derechos del futbolista. Además, los franceses se guardaron un derecho del 20% de la plusvalía del jugador en caso de una venta.