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Aficionados béticos con banderas del Sporting y del Principado de Asturias. Desde 1997 hay estrechos lazos entre ambas aficiones que ayer fueron -
Rubén Castro y Abelardo se saludan a la finalización del partido. En ese momento el Sporting no era equipo de Primera división. Lo sería poco después. -
Los jugadores sportinguistas saltan de júbilo sobre el césped del Villamarín justo en el momento en el que conocen que el Lugo empata en Girona, lo que les valía el ascenso. -
Los chavales de la escuela de fútbol de la Fundación Real Betis saltaron al césped en el descanso para recibir el aplauso de los aficionados béticos. -
Este aficionado pidió matrimonio a su novia por el video marcador del estadio. Y recibió el sí. -
Los jugadores del Sporting celebraron el ascenso con los aficionados béticos de Gol Sur. Pero aún debían jugarse 40 segundos en Girona, que fueron seguidos luego con gran -
Cerca de 2.000 aficionados del Sporting vinieron con la ‘Mareona’. Necesitaban poco menos que un milagro para subir y el mismo se hizo realidad. -
La afición del Sporting llenó la jaula de Gol Norte y felicitó a los ‘hermanos béticos’ por su ascenso. ‘Juntos en Primera’. Así fue. -
En este tifo los aficionados béticos quisieron agradecer el apoyo recibido por todos los béticos de Cataluña esta temporada. «Nuestro mayor tesoro»
Hermanos para siempre
El Sporting logró un milagroso ascenso a Primera división en el Benito Villamarín al golear a un Betis que no se jugaba nada y gracias a un gol en el descuento del Lugo en Girona. Las aficiones bética y sportinguista estrechan sus lazos de amistad
Increíble la fiesta que volvió a vivirse ayer en el Benito Villamarín, donde el Sporting de Gijón certificó un ascenso cargado de suspense que se resolvió a más de mil kilómetros, cuando los asturianos ya habían hecho sus deberes y esperaban con el oído pegado al transistor. El Betis ya había hecho los suyos hace un par de semanas y participó como invitado principal en la gran fiesta de sus hermanos asturianos, en su propia casa. Hubo sidra antes del partido y lágrimas de emoción al final, pues el Sporting no estuvo ascendido un solo segundo durante los noventa minutos que duró el choque y hubo que esperar a que el milagro se produjera en Girona. Y se produjo. Primero llegó el de la agónica salvación de Osasuna en la Nova Creu Alta, donde los navarros remontaron en los compases finales un 2-0 adverso que les condenaba a Segunda B, a donde finalmente cayó el Racing, que durante toda la tarde acarició la salvación. Osasuna, por cierto, bajó la pasada campaña con 14 puntos más que el Betis y esta temporada, con 37 menos, se ha salvado del descenso, y quién sabe si también de la desaparición, en el último suspiro.
En el Villamarín la fiesta asturiana fue comedida durante todo el partido. Los portinguistas celebraron sus goles con júbilo contenido, pues aparte de ganar, todo pasaba porque el Girona no lo hiciera en su casa ante el Lugo. Y al filo del descanso Sandaza anotó el 1-0 que ponía a los catalanes con pie y medio en Primera división.
El Sporting necesitaba ganar por dos goles de diferencia, al menos, por si caía la breva del empate del Lugo y, tras pasar por varias situaciones de apuro a los comienzos de la segunda mitad, Jony e Isma los matertilizaron. Misión cumplida. Tocaba esperar. El Betis ya había dado lo que tenía que dar en las cuarenta primeras jornadas de Liga y le sobraron las dos últimas. Es lo que tiene campeonar con antelación. Mel, en su pleno derecho, ya pensaba en la próxima temporada e hizo probaturas en defensa y en otras demarcaciones, aunque en punta salieron Rubén y Molina en busca de seguir batiendo récords. Pero un ascenso puede más que cualquier récord. Y los sportinguistas no dejaron escapar su oportunidad. Los gerundenses sí. Recibieron el 1-1 en el descuento, cuando el Betis-Sporting ya había acabado, y desataron la locura en el Villamarín. En Girona no se encajó nada bien el empate: hubo invasión de campo, agresión a un linier y el árbitro pareció dar por finalizado el partido cuando restaban 40 segundos por jugar. El juego se reanudó un cuarto hora después, con los jugadores del Lugo ya duchados y todo Gigón en la calle celebrando el ascenso del Sporting; incluso en Barcelona, donde Luis Enrique saltó de júbilo al conocer la noticia mientras hacía la rúa con la orejona.
Al final el Girona no pudo cambiar su suerte y serán los sportinguistas quienes acompañarán a sus hermanos béticos de manera directa a Primera división. A los suspicaces, recordarles que el Sporting solo han perdido dos partidos de 42 en esta Liga: uno con el Valladolid y otro con el Betis.