Javi García se pone al frente

Si algo tiene de malo ser un futbolista de postín es que con ese tipo de jugador la paciencia es cero. A ellos no se les espera, se les exige funcionar a la cuenta de tres. Javi García forma parte de esa condición. De él dijeron que era el nuevo Stielike. En cuanto fichó se le etiquetó como el hombre que debía anclar el juego del Betis de Quique Setién. «Es un futbolista con una experiencia enorme, que nos da muchas cosas y estamos muy contentos con él. Tiene empaque, muchas de las cosas que hace son buenas para el equipo», explica el técnico cántabro.

El murciano se ha convertido en un jugador esencial, de hecho es el cuarto jugador que más minutos ha disputado por detrás de Adán, Mandi y Joaquín. En el último mes, en el que el Betis ha jugado cinco partidos, el mediocentro ha jugado todos los minutos posibles; algo que sólo igualan Adán, Mandi, Bartra y Junior. En ese tramo, el Betis sumó 10 de los quince puntos. Pese a lo apretado del calendario, el internacional ha sido insustituible y ha quedado fuera del plan de rotaciones del cuerpo técnico.

Sin él en el campo, el equipo tiene mayor riesgo de desquebrajarse, es el hombre bisagra que mantiene compacto el dibujo. Su ausencia en el partido de la primera vuelta ante el Valencia, en el que Betis fue goleado por 3-6, diagnostica a la perfección qué le pasa a los verdiblancos cuando Javi García no está en el campo.

Esta buena racha en lo personal y en lo colectivo ha aparecido justo después de convivir con todo lo contrario. En los tres primeros partidos del mes de febrero (ante Villarreal, Deportivo de la Coruña y Real Madrid) sólo disputó 41 minutos. Unas molestias en el espalda no le permitieron rendir al máximo durante unos cuantos encuentros.

Ya recuperado, ha vuelto a entrar en el club de los intocables de Setién. Incluso abrió su estadística goleadora con el tanto que marcó ante Mendizorroza ante el Alavés. Era su primer gol en la liga española desde la temporada 2007/08 cuando militaba en el Osasuna.