Jorge Molina se despide tras seis años y 77 goles en el Betis

El club le rendirá este jueves un homenaje y el domingo disputará sus últimos minutos ante la afición verdiblanca en el partido contra el Getafe

11 may 2016 / 20:00 h - Actualizado: 11 may 2016 / 20:05 h.
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  • Jorge Molina, en un reciente entrenamiento. / Manuel Gómez
    Jorge Molina, en un reciente entrenamiento. / Manuel Gómez

El delantero centro del Real Betis Jorge Molina, «el 19», dirá adiós el próximo domingo al equipo verdiblanco tras seis temporadas en las que se ha distinguido por ser un hombre de club, de pocas palabras cuando no ha jugado y con una notable eficacia goleadora que le ha llevado a anotar 77 goles.

Jorge Molina será homenajeado este jueves en el estadio Benito Villamarín y se despedirá de la afición en el epílogo de la temporada ante el Getafe, informó el club, que ha invitado al beticismo a sumarse en las redes sociales al tributo al delantero con el ‘hashtag’ #GraciasMolina

Molina, de 34 años, llegó al Betis en 2010 procedente del Elche después de conquistar el «Pichichi» de la Segunda División y, ya en su primera temporada con el equipo de las trece barras, se distinguió por su acierto ante la portería y contribuyó al ascenso del equipo verdiblanco con 18 goles, además de los cuatro que anotó en la Copa del Rey.

En las siguientes temporadas, el delantero de Alcoy consiguió ocho goles en la 2011-2012 (6 en Liga y 2 en la Copa), catorce en la 2012-2013 (13 en Liga y 1 en la Copa), 12 en la 2013-2014 (9 en la Liga, 2 en la Liga Europa y 1 en Copa) y 20 en la 2014-2015 (19 en Liga de Segunda y 1 en la Copa).

Jorge Molina ha jugado en su trayectoria en numerosos equipos, comenzó su trayectoria en 2001 en Tercera División en el Alcoyano y, posteriormente, jugó en sendas etapas en el Benidorm, en el Gandía, en el Polideportivo Ejido y en el Elche, club desde el que pasó al Real Betis.

Con los verdiblancos, el delantero centro pudo debutar en Primera División con casi treinta años y, desde entonces, se ha distinguido por su eficacia goleadora y, sobre todo, por el juego táctico con las defensas contrarias del que se ha beneficiado fundamentalmente su pareja atacante en el Real Betis, Rubén Castro.

Incomprendido en algunas ocasiones por la grada por no acertar con lo aparentemente fácil, el alcoyano pertenece a esa clase de delanteros que gusta a los entrenadores y a sus compañeros por su juego de espaldas, su lucha con los centrales, la defensa de la salida del balón y la apertura de huecos en ataque.

Sin embargo, su protagonismo ha ido en línea decreciente en su última temporada de contrato con el equipo de Heliópolis, en el que ha participado en 22 encuentros, en nueve de ellos como titular, y ha anotado un solo gol ante el Celta en la primera vuelta en el Benito Villamarín.