La continuidad de Maciá se decide este mes de marzo

En el consejo del Betis no están satisfechos con la labor del director deportivo y estos próximos días piensan tomar una determinación. El futuro de Merino como primer entrenador, pese a su extraordinaria trabajo, tampoco está claro

10 mar 2016 / 07:22 h - Actualizado: 10 mar 2016 / 13:13 h.
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  • Eduardo Maciá, Rafael van der Vaart y Juan Carlos Ollero, durante la presentación del holandés, el pasado mes de junio. / Jose Manuel Vidal (Efe)
    Eduardo Maciá, Rafael van der Vaart y Juan Carlos Ollero, durante la presentación del holandés, el pasado mes de junio. / Jose Manuel Vidal (Efe)

A falta de diez jornadas para el final de Liga el Betis no está aún matemáticamente salvado (solo lo están Barça, Atlético y Real Madrid), pero ha dejado perfectamente encarrilado su objetivo principal de la temporada, que no era otro que una permanencia tranquila tras el ascenso. Dicho lo cual, ello no garantiza ni el futuro de Juan Merino como primer entrenador ni el de Eduardo Maciá como director deportivo, cuya continuidad, en un sentido u otro, se resolverá durante este mes de marzo. El del técnico, después.

Juan Merino, Alexis y Capi tienen gran parte de culpa de que el Betis esté virtualmente salvado a falta de dos meses para el final de Liga, e incluso Pepe Mel tiene su responsabilidad alicuota, con el equipo cinco puntos por encima del descenso cuando fue destituido, aunque por entonces ‘tranquilidad’ ya no había ninguna y, tras sumar 2 de 18 en Liga y ser lapidado por el eterno rival en la Copa, muchos se temían lo peor (acabó la primera vuelta con 20 puntos en 19 jornadas). Esta vez su destitución no la discutió nadie –la pedía a gritos– aunque, en ese momento, a decir verdad, muy pocos eran los que pensaban que Juan Merino fuera a durar más allá de los tres primeros partidos contra Sevilla –en la vuelta copera–, Villarreal y Real Madrid.

No hay que olvidar que a la destitución de Mel siguió la dimisión de Ollero y un cambio en la cúpula del club que aupó a la presidencia a Ángel Haro. Lo primero que hizo el nuevo mandatario fue ratificar de forma rotunda a Merino hasta final de temporada tras su única derrota liguera, en Anoeta ante la Real. Y mejorarle las condiciones del contrato, ampliado hasta 2017. La opción de Juande Ramos se había intentado pero el manchego no estaba por la labor y no se le va a esperar. Quizá haya sido mejor así. Muchos, entonces, se llevaron las manos a la cabeza por no tener previsto un plan ‘B’, pues su confianza en Merino era nula, aunque desde el segundo partido en Villarreal se empezó a ver la mano del entrenador y una mejoría palpable en el equipo.

La labor del tridente técnico Merino, Alexis y Capi está siendo fenomenal y una agradable sorpresa para la inmensa mayoría, entre los que me incluyo, pues era complicado prever una reacción tan exitosa, sobre todo con el terrible calendario inicial que había que afrontar. El Betis, hoy, es un equipo ordenado y bien puesto en el campo que marca el doble de goles y encaja la mitad de lo que había hecho en la primera vuelta. Lógico, por tanto, que sus resultados sean mucho mejores y en esta segunda rueda, que diría Cantatore, le darían hasta para estar luchando por la cuarta plaza (a dos puntos en la clasificación parcial de las nueve últimas jornadas). Y eso son palabras mayores.

El juicio a Maciá

Tampoco conviene olvidar la ‘culpabilidad’ del director deportivo, Eduardo Maciá, en los éxitos o fracasos de la temporada, a la que faltan poco más de dos meses para la nota final. Su labor ha sido muy controvertida, con errores y aciertos. La planificación ha sido manifiestamente mejorable, está claro, pero el objetivo que se le puso está cerca de cumplirse con suficiente antelación y en los últimos partidos están rindiendo a mayor nivel jugadores como Pezzella o Vargas –al margen de Musonda, todo un descubrimiento– y antes ya lo habían hecho otros como Petros, Westermann o Joaquín, aunque este con numerosos altibajos.

Del resto de fichajes del verano hay que señalar que Van der Vaart y Digard –ambos llegaron con la carta de libertad– han sido dos grandes fiascos y que la apuesta por el desconocido Tarek, que no ha entrado en ninguna convocatoria y se ha ido cedido a EEUU, ha sido de momento perdedora. El resto, en mayor o menor medida, sí han aportado, en momentos diversos, aunque Rubén Castro, Adán y también N’Diaye son los que tiran del carro y lo hacen casi siempre. Los doce futbolistas que más minutos de Liga han disputado en lo que va de temporada son, por este orden: Rubén Castro, Adán, Bruno, N’Diaye, Petros, Vargas, Cejudo, Piccini, Dani Ceballos, Joaquín, Pezzella y Westermann, seis de ellos, la mitad, fichados este pasado verano, pues a Piccini hubo que comprarlo.

Pero en gran parte del consejo no han gustado las formas de trabajar de Maciá, su gestión de la cantera, la organización de la secretaría técnica y las peculiaridades de algunos fichajes, como el último de Leandro Damiao, donde sus gestiones quedaron desacreditadas. De ahí que su continuidad esté en entredicho y estos días se quiere tomar una decisión al respecto.