La portería no es ningún problema para el Betis

«No hay por qué sembrar dudas ni miedos donde no los hay», asegura el entrenador de porteros, Jon Pascua, que defiende la capacidad de Pedro y no descarta que Adán esté listo para el derbi

26 abr 2018 / 07:00 h - Actualizado: 26 abr 2018 / 17:57 h.
"Real Betis","Adán","Dani Giménez"
  • Adán y Jon Pascua caminan a la par durante el entrenamiento de este miércoles / Manuel Gómez
    Adán y Jon Pascua caminan a la par durante el entrenamiento de este miércoles / Manuel Gómez

La temporada del Betis desde el punto de vista de su portería está siendo como mínimo inusual. El titular indiscutible, Antonio Adán, sufrió unas molestias de pubis que acabaron resultando insoportables y lo mandaron al quirófano. Lo sustituyó su suplente, Dani Giménez, pero a la media hora del cuarto partido se lesionó el cuádriceps al salir a interceptar un balón enemigo. Y ahora, a cinco jornadas del final de la Liga, al filo de la clasificación para Europa, ese puesto de tanta relevancia y responsabilidad recae en los guantes de Pedro López, que pertenece al filial y, a su vez, tendrá como relevo a Dani Rebollo, un chaval del juvenil A de sólo 18 años cuya cima han sido dos encuentros en Segunda B.

Este panorama, que en otras circunstancias podría parecer próximo a la catástrofe, es gestionado «con la mayor normalidad posible» y analizado con serenidad por el responsable número uno de los porteros del Betis: su entrenador, Jon Pascua. «Estamos en una dinámica positiva y no hay por qué sembrar dudas ni miedos donde no los hay», apunta. «Vino la lesión de Adán y no tenía ninguna duda de que Dani Giménez iba a resolver. Y ahora ha venido la desgracia de Dani y no tengo ninguna duda de que Pedro va a resolver. En el filial juegan a lo mismo que nosotros y está habituado a tener la pelota. La diferencia es que la calidad es mayor que en Segunda B, el balón viene mucho más rápido y con mucho más peligro. No va a tener tiempo de adaptarse porque le va a llegar de sopetón, pero es un chico maduro y corpulento y las sensaciones son buenas. Está acostumbrado a esa velocidad de balón porque se entrena con nosotros. El salto tampoco va a ser tan grande», explica. «Aunque tenga cualidades diferentes, puede desarrollar las mismas tareas. La diferencia también puede estar en el nivel de estrés y cómo lo sepa llevar ante más de 50.000 espectadores», añade.

«Los porteros tienen que estar preparados para jugar en cualquier momento. En Sudáfrica tuve tres y cuatro en la plantilla y hacíamos bastantes rotaciones. Podía pasar que un portero pasara de la titularidad a la grada. Es algo que llevo gestionando desde hace mucho tiempo. Desde que llegué aquí, mis esfuerzos se encaminaron a crear un departamento para no preocuparme sólo del portero titular y solventar estas situaciones», cuenta Pascua.

El primer gran problema fue la lesión de Adán. «Estuvo aproximadamente unos dos meses y medio con molestias. Cuando subíamos un poco la intensidad del entrenamiento, él estaba con molestias. En las últimas semanas casi no trabajábamos el juego con el pie porque no podía golpear y sufría mucho. Era cuestión de tiempo», acepta el vasco, que no vincula la lesión al estilo de juego: «Creo que no es consecuencia de eso. Los abductores sí sufren más con los golpeos, pero si no hubiera pasado en esta temporada, a lo mejor habría pasado en la siguiente, no se sabe».

Y hablando de Adán, su evolución es tan buena que quizá le dé tiempo de reaparecer esta misma temporada. «Ya trabaja conmigo en el campo, pero todavía es una incógnita. Vamos paso a paso. Yo sigo las indicaciones del servicio médico y los readaptadores», indica el técnico. ¿Podría llegar al derbi? «Es cuestión de ver cómo evoluciona su lesión y de la decisión del míster», replica. ¿Entonces no está descartado? «No sabría qué decir, estamos a expensas de su evolución, pero descartado creo que no. Está evolucionando bien», reconoce.

En cuanto a Dani Giménez, el hecho de que se lesionase nada más reaparecer es «simple casualidad». «Estaba trabajando muy bien. Jugase o no, cuidamos mucho su proceso porque sabíamos que al final vas a necesitar a todos los jugadores. Además, sus sensaciones eran muy buenas. En el calentamiento en Madrid me decía que se veía más ágil y más rápido que nunca. Es un momento jodido para él, la verdad», afirma Pascua.