La presión ahora es para Torrecilla

El director deportivo del Betis, pese a su apuesta por Poyet, busca un relevo para dirigir el proyecto. A la espera de esos sondeos, el uruguayo prepara el duelo ante Las Palmas

09 nov 2016 / 09:00 h - Actualizado: 08 nov 2016 / 23:49 h.
"Real Betis","Miguel Torrecilla","Gustavo Poyet"
  • Miguel Torrecilla, en la sala de prensa del estadio Benito Villamarín / José Luis Montero
    Miguel Torrecilla, en la sala de prensa del estadio Benito Villamarín / José Luis Montero

La plantilla del Betis se entrenó ayer por la mañana en la ciudad deportiva y el hombre que dirigió la sesión, lógicamente, fue Gustavo Poyet. El entrenador uruguayo prepara el próximo compromiso de su equipo, dentro de dos viernes contra la UD Las Palmas, porque a día de hoy sigue siendo el máximo responsable técnico del conjunto verdiblanco, aunque está por ver si lo seguirá siendo en esa duodécima jornada de Liga. La mala racha de resultados (cuatro derrotas en los cinco últimos partidos), la interminable mala imagen de los suyos y el hartazgo de la afición, que quedó patente tras el 0-1 frente al Espanyol, han forzado al consejo de administración a buscar soluciones y la más previsible, la primera y clásica, es hallar un relevo para el banquillo.

El encargado de efectuar los sondeos para ese posible cambio es el director deportivo, Miguel Torrecilla. La gran paradoja es que se trata del principal valedor del fichaje de Poyet y, seguramente, uno de los pocos defensores de su continuidad dentro de la estructura directiva del club. Pero si ha recibido el mandato de adentrarse en el mercado de técnicos, debe cumplirlo.

En esta tesitura, el perfil está claro. Básicamente, el Betis necesita un entrenador con experiencia en la Liga (nada de experimentos, no está el patio para eso...) y, por razones económicas y legales, que esté en paro y no haya sido destituido esta misma temporada en España. La entidad de Heliópolis ha tanteado a algunos que están en ejercicio, como Javi Gracia (Rubin Kazan) o Manuel Pellegrini (Hebei Fortune chino), pero no pasan de ser quimeras, sobre todo por el capítulo pecuniario. En cuanto a los que fueron despedidos (Marcelino García Toral, Paco Jémez...), la normativa federativa les impide volver a sentarse en un banquillo español en lo que queda de campaña. Así lo dice el artículo 162: «Si se resolviese el vínculo contractual entre un club y un entrenador [...], sea cual fuere la causa, estos últimos no podrán actuar en otro en el transcurso de la misma temporada». Y la temporada, según el artículo 187, «se iniciará el día 1 de julio de cada año y concluirá el 30 de junio del siguiente».

El primer técnico en paro que se les ocurrirá a muchos béticos es el de Juan Merino. El linense fue tanteado por el Rayo Vallecano, que el domingo destituyó a José Ramón Sandoval, pero al final el elegido fue Rubén Baraja, según anunció ayer el club madrileño. También está en paro Pepe Mel, sin equipo desde que fue despedido por el Betis en enero de este año. En la lista hay más preparadores españoles, como Víctor Sánchez del Amo (dos ceses en lo que va de año: primero como técnico del Deportivo y en verano fue cortado por el Olympiacos al mes y medio de empezar su etapa allí); Sergio González (despedido por el Espanyol en diciembre del año pasado); Luis García Plaza, Sergi Barjuán, Rubi... O el exsevillista Míchel, que según Canal Sur es uno de los favoritos entre los dirigentes verdiblancos. O el joven portugués Marco Silva, que fue relacionado con el Betis hace unos días y tiene un buen currículum en su aún corta carrera (metió al Estoril en la Liga Europa y después dirigió al Sporting de Portugal y el Olympiacos).