Lo que el viento no se llevó

El Betis vuelve a incurrir en los mismos errores que le llevan condenando durante toda la temporada

04 mar 2018 / 23:53 h - Actualizado: 04 mar 2018 / 23:58 h.
"Real Betis","Valencia"
  •  El delantero italiano del Valencia CF, Simone Zaza, disputa un balón con el centrocampista del Betis, Fabián Ruiz, durante el partido. / Manuel Bruque (Efe)
    El delantero italiano del Valencia CF, Simone Zaza, disputa un balón con el centrocampista del Betis, Fabián Ruiz, durante el partido. / Manuel Bruque (Efe)

La fuerza del viento ha podido con la playa de la Antilla, con parte del Paseo de Marítimo de Cádiz o con el muro del campo de fútbol del Camas. El vendaval que ha traído Emma a Andalucía no se ha llevado los errores infantiles que cuestan goles y partido en el Betis. Es lo que hay para lo bueno y para lo malo, el equipo de Quique Setién ha regalado noches de bohemia a su afición, pero también otras no tan agradables para la parroquia.

Y no jugó mal el Betis, plantó cara a un equipo tan pétreo como el Valencia de esta temporada, que comanda Marcelino. El conjunto verdiblanco no renuncia a su credo en ningún templo por muy sagrado que sea. Predica su fútbol ante equipos que la clasificación endiosa. Hasta puede quien piense, sin que le falten argumentos para sostenerlo, que el conjunto de Setién no mereció un resultado tan adverso.

Pero en el fútbol lo que se piensa o lo que se siente no sirve absolutamente para nada. Sólo cuentan los dígitos que el señor encargado del marcador electrónico señala en la pantalla. Y lo que el empleado del Valencia dictó es que los locales marcaron dos goles y los visitantes ninguno. La dolorosa cuestión es que los tantos marcados por los de Marcelino llegaron en errores propios. Suelen decir que un delantero en defensa estorba más que un zaguero en zona ofensiva. No cumplió el dicho Mandi, quien perdió un balón en ataque y permitió una contra del Valencia después de un pase largo de Guedes.

Y el segundo pues llegó en otra pelota que se pierde en la zona más comprometida del campo. No necesitó construir nada el Valencia, el_Betis le dio la pelota, la ventaja y sirvió en bandeja la oportunidad de poner tierra de por medio.

Y no. No estaba jugando mal el Betis. Tuvo ocasiones para recuperar el terreno perdido, pero el árbitro anuló un gol en el que vio una falta que es muy probable que el VAR_hubiese desmentido. En ese momento faltaban quince partidos para finalizar el encuentro y no se sabe qué hubiese ocurrido. Lo que sí es cierto e indiscutible es que el Betis sigue fiel a su idea, pero también a sus carencias.