Los goles del Gol Sur

Los béticos se despedirán mañana de Jorge Molina y seguramente de Juan Merino, pero también dirán adiós a algo que ya estaba con ellos antes que el delantero alcoyano y el técnico linense, una de esas referencias sin las cuales no se puede entender la casa verdiblanca, es decir, el estadio Benito Villamarín. Se trata del viejo Gol Sur, que será demolido a principios del verano para que el proyecto de Antonio González Cordón, el platillo volante, dé un paso más después de dieciséis años sin más mejoras que la instalación de los asientos o el estreno de un moderno videomarcador. Así pues, será el último partido oficial de la grada que siempre movió al resto del estadio y de una portería en la que los béticos cantaron goles importantes o emblemáticos.

Dos tantos sobresalen por encima del resto por lo que han significado en la historia reciente del club. Por supuesto debe figurar en esta selección el que Dani marcó al Chelsea en la Liga de Campeones el 1 de noviembre de 2015, pero también merece aparecer el que Oliveira logró unos meses antes frente al Sevilla, a cuatro jornadas del final de la temporada 2004-05: aquel gran zurdazo desde la frontal fue clave para la clasificación del Betis para la Champions.

Por relevancia se les pueden añadir dos más: el de Belenguer al Recreativo en la penúltima jornada de la 2000-01, imprescindible para el ascenso de aquel año; y el de Rubén Castro en el ascenso de 2015, frente al Alcorcón. Como dato curioso, la primera de esas dianas fue en el minuto 80. La extrañeza radica en que el Betis, por tradición, ataca la portería del Gol Sur en la primera mitad, así que rara vez lo hace en la segunda.

En el Gol Sur, y viene el recordatorio que ni pintado porque el protagonista también se va, marcó Jorge Molina su primer gol como futbolista del Betis. Fue al Granada en la primera jornada de la 2010-11. Dani Ceballos también debutó como goleador en el Gol Sur, ante el Racing en la 2014-15. Y Mel, en un choque de Copa contra el Mallorca en 1989. Y Alfonso, contra el Zaragoza en 1995. Y Finidi, contra el Athletic en 1996. Y Joaquín, contra el Universidad de Las Palmas en 2000... También allí celebró sus dos goles como verdiblanco Miki Roqué, ante el Girona en la 8ª jornada de la 10-11 y contra el Alcorcón en la 20ª, en su antepenúltimo partido antes de dejar el fútbol.

Desde la vieja grada del Gol Sur, aún sin asientos, vieron a la perfección el golazo de falta (después de que el árbitro la mandase repetir, por cierto) que Calderón endosó al Barcelona en aquella final de la Copa de la Liga, el 11 de junio de 1986. O el último tanto, ya en el tiempo extra, del hat trick de Alfonso contra el Atlético de Madrid en la 96-97 (3-2). O un gol de Kowalczyk al Sevilla en la penúltima jornada de la 94-95 que abrió una victoria clave en la clasificación del Betis recién ascendido para la Copa de la UEFA. O el de Nosa que cerró la remontada de un 0-3 a un 3-3 en el derbi de la 12-13. O el de Romo en el domingo que lleva su nombre, también en un derbi, el del Domingo de Ramos de 1986. O el primero de Gordillo después de su retorno, en 1992, ante el Compostela...