María Pry: «Si pensara que no podemos disputar un título a medio plazo, me equivocaría»

ENTREVISTA. Fue una centrocampista «más destructiva que constructiva» y ahora, desde el banquillo, prioriza la creatividad y el ataque. La entrenadora del Betis Féminas hace balance de una temporada para la historia y asegura que «el proyecto es cada vez más sólido» y «seguirá adelante» incluso cuando ella no esté

04 jun 2018 / 07:00 h - Actualizado: 04 jun 2018 / 17:44 h.
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  • María Pry camina con paso firme, igual que el ascendente proyecto del Betis Féminas / Jesús Barrera
    María Pry camina con paso firme, igual que el ascendente proyecto del Betis Féminas / Jesús Barrera

—¿Qué nota pone a la temporada?

—Es verdad que vinieron jugadoras con mucho nivel que nos han mejorado, pero empezamos muy dubitativas. Cuando todas entendimos cuál era la finalidad de cada jugadora, se vio un Betis muy valiente y agresivo que siempre intentó ir por el partido y no se arrugó ante ningún rival. Sí le pongo un pero. No hemos ganado a ninguno de los grandes, aunque también me quedo con que ante esos equipos hicimos partidos muy buenos. Mi valoración tiene que ser un notable alto o sobresaliente, aunque somos muy exigentes y no nos conformaremos. Esperemos seguir creciendo como equipo la temporada que viene.

—La sexta plaza, el primer derbi de la historia, el partido en el Villamarín, la Copa... ¿Con qué se queda?

—Sin lugar a dudas, con el primer derbi de la historia, que ganamos en nuestra casa, y la primera vez que pisamos el estadio. Hace seis años tuvimos un partido de exhibición entre las jugadoras de los dos equipos que había entonces; hoy ya hay cinco. Fue detrás de un Betis-Osasuna. Y dije ‘¿estaré yo aquí algún día?’. Afortunadamente llegó ese día y hubo casi 7.000 espectadores. Eso no lo voy a olvidar.

—¿La campaña ha estado a la altura de las expectativas o las ha superado?

—En cuanto a juego, estamos por encima, además con solvencia. Y tenemos que valorar el juego, la exigencia y la disciplina de las jugadoras. Todo el Betis ha cumplido lo que sobre el papel pensábamos en junio del año pasado.

—Su filosofía tiene mucho en común con la de Setién...

—Conozco a Quique y este año ha cambiado el primer equipo. Ves a los jugadores alegres y eso se transmite en el terreno de juego. Esa es mi filosofía, pero de siempre. Yo entiendo el fútbol al ataque y ponemos todas las herramientas al servicio de las jugadoras para marcar el mayor número posible de goles. Tengo jugadoras para eso y el Betis lleva seis años haciéndolo, desde Liga Nacional. Es nuestra identidad y no la podemos perder.

—¿Es el club que más ha crecido de un año a otro?

—Hemos crecido muchísimo, pero los malos momentos que hemos pasado también exigen que nuestro compromiso vaya a más. Destaco una cosa: tenemos jugadoras que realmente quieren estar en el Betis. Eso es muy importante porque nos permite llevar a cabo todo lo que tenemos en la cabeza. Ellas tienen ese sentido de pertenencia, les apasiona el Betis, se sienten cómodas con cómo las trata el club. Eso es importante para sacarles el máximo rendimiento.

—¿Entonces no hay riesgo de que haya fuga de talentos?

—Tenemos claro que todas somos importantes pero nadie es imprescindible. Más del 80% de la plantilla tiene contrato y el club está hablando con las jugadoras a las que intentaremos renovar por todos los medios para que el bloque siga siendo el mismo. No creo que esta temporada tengamos un aluvión de jugadoras que quieran irse del Betis. Lo que hacemos es trabajar para que ellas estén cómodas. Vamos pasito a pasito y el proyecto es cada vez más sólido y fiable. Hay jugadoras que se incorporan con un bagaje muy grande. Si ellas no creyeran que iban a ser importantes o estar tranquilas en el Betis, no vendrían.

—¿Rocío Gálvez seguirá?

—Se está haciendo todo lo posible para que Rocío continúe con nosotros. Espero que sea mucho tiempo, porque hemos vuelto a ver su máximo nivel. Y sobre todo está a gusto en el club, se siente feliz en el vestuario y eso predomina sobre otros conceptos, como el económico. Rocío tomará la decisión que crea y nosotros la respetaremos. Espero que siga mucho tiempo con nosotros y que en poco tiempo volvamos a decir que es jugadora del Betis. Es una pieza fundamental y nos sorprendió a todos, venía de un año y medio casi sin competir por las lesiones pero ha roto todas las expectativas negativas. Y ha tenido una madurez... Recuerdo que en los primeros entrenamientos casi que lloraba de lo que le costaba adaptarse al equipo. Ha ido rompiendo todas las barreras que le han surgido.

—¿Cómo valora el gran año de Irene Guerrero?

—Aparte de mejorar en el plano deportivo, Irene ha tenido una cosa superimportante: ha madurado y ha dado un paso adelante como capitana. Eso la beneficia respecto a sus compañeras y sus rivales. Y además es muy autoexigente pero sin llevarlo al extremo, porque eso también te puede limitar. Ella no se conforma, ha crecido mucho personal y deportivamente y eso ha dado mucha estabilidad al equipo.

—¿Y Rosa Márquez?

—De Rosita no nos cansaremos de decir que ve el fútbol como su hobby. Ella piensa que sigue jugando con sus amigos, se divierte y hay muy pocas jugadoras como ella en España, con esa conducción, esa verticalidad... A pesar de su juventud y el poco cuerpo que tiene, también hace un trabajo físico brutal. Tenemos dos cosas muy positivas con ella: siente los colores como la que más y le ha venido muy bien estar con la sub 19, además siendo la más joven. Eso le ha dado mucha más confianza.

—¿Existe el peligro de que Irene o Rosa se vayan?

—Las dos tienen contrato. También digo que no vamos a retener a ninguna jugadora que no quiera estar en el Betis. Espero que tarden muchísimo tiempo porque son muy importantes en nuestro proyecto, pero si lo deciden así, lo único que podemos hacer es agradecerles cómo han luchado por las trece barras. Si llega una oferta para que sigan creciendo, el Betis no les pondrá ningún pero.

—Usted renovó hasta 2019. ¿El proyecto del Betis Féminas es hasta ese año?

—El proyecto del Betis Féminas es de larga duración, seguro, independientemente de lo que ocurra con María Pry. Yo llevo seis años siendo la cabeza visible, pero este proyecto no es María Pry. Es una parte de mí, una parte del consejo, una parte de las jugadoras... El día que yo no esté en el Betis, el proyecto seguirá adelante porque el club tiene muy claro el camino. Yo espero seguir muchísimos años, pero la única pieza imprescindible es el Real Betis Balompié.

—Es entrenadora y también directora deportiva oficiosa. ¿Hace falta más parcelación, como en el masculino?

—Ahora mismo funcionamos muy bien. Hay muchas personas ayudándome a la hora de ver a jugadoras, en el club se encargan de la logística y el puzle funciona. Si seguimos creciendo, al final la estructura deberá asemejarse lo más posible al primer equipo masculino: una directora deportiva, una entrenadora... Pero yo me siento muy valorada en el club.

—En esta tendencia de crecimiento, ¿cuál es el siguiente paso? ¿Pelear con los cuatro o cinco grandes?

—Nuestro objetivo debe seguir siendo meternos en la Copa de la Reina. También tenemos que ser exigentes. No debemos dejar de pelear nada en lo que el Betis pueda conseguir un título. La mejora también vendrá si disputamos de tú a tú esos partidos contra los cuatro primeros. Es un pasito que nos queda, aunque al Granadilla le hemos peleado una gran eliminatoria y contra el Athletic ya hicimos un partido sensacional aquí.

—¿Ganar un título es posible sin ser Atlético ni Barça?

—Sí. En una liga regular, el Barcelona y el Atlético están muy fuertes, pero en la Copa, por ejemplo, el Athletic complicó mucho al Barça. La distancia entre el Barcelona y el Atlético es muy grande. Y entre el Atlético y el resto de equipos, también. Nosotros llevamos dos años en Primera, hemos crecido muchísimo y vamos a seguir creciendo. Nuestros pasos a lo mejor son más pequeños que en otros clubes, pero son muy sólidos y no vamos a ir hacia atrás ni para coger impulso.

—¿El Betis puede aspirar a la Liga a medio plazo?

—Si pensara que a medio o largo plazo el Betis no puede disputar un título, nos estaríamos equivocando, yo y el club. Hace seis años era impensable que al quinto el Betis estuviese en Primera, pero es que resulta que al año siguiente jugamos la Copa, que nadie lo pensaba. Esas metas a largo plazo pueden llegar. No estaría en el sitio adecuado si pensara que el Betis no podrá aspirar nunca a un título. No sería sensato.

—Han fichado a Willy y Merel. ¿Es otro salto de calidad?

—Debemos ser muy exigentes y valorar los apartados en que no hemos sido tan determinantes. Y sobre todo debe haber cada vez más competencia en el equipo. Las dos van a dar un salto de calidad muy importante. Además, tienen mucha experiencia y son internacionales. La única manera de crecer es compitiendo con alguien que te puede arrebatar el puesto.

—Primero fue Priscila y ahora, Ana. ¿Quedan más béticas ‘encubiertas’ en la élite?

—No sé si quedarán más o menos, pero estamos muy orgullosos de que jugadoras de ese nivel quieran venir al Betis. Estamos muy agradecidas a que jugadoras así, que hace años eran impensables, se pongan la camiseta del Betis.

—¿Qué equipo le ha gustado más esta temporada?

—Defensivamente, el mejor es el Granadilla, que hace un trabajo brutal, deja muy poco espacio entre líneas y se vacía en cada partido. En ataque me quedo con el Atlético. Tiene jugadoras muy determinantes, como Soni, a la que no se le puede dar ni un centímetro. Otro ataque que me fascina es el del Athletic, que tiene jugadoras de una calidad asombrosa y es uno de los equipos más completos.

—¿Y qué es lo que menos le ha gustado de este curso?

—Lo que menos me ha gustado de mi equipo es cómo empezamos la Liga; no me gustó nada. Hacíamos un fútbol muy bonito y atrevido pero no materializábamos las ocasiones. Tampoco me gustó nada el Tourmalet de la primera vuelta: en cuatro jornadas nos meten 16 goles. En cuanto a la Liga, el Santa Teresa y el Zaragoza se quedaron descolgados muy pronto. En la Copa de la Reina ha sido lo contrario: hasta la última jornada había varios equipos para meterse. Eso da más calidad a la Liga.

—¿No incluye a las árbitras?

—Las árbitras tienen un papel muy complicado. Yo también me puedo equivocar al hacer una alineación. Lo que queremos todos es ser lo más profesionales que se pueda y seguir creciendo.

—¿Le gusta la evolución de la Liga femenina?

—Está creciendo de manera paulatina. El salto desde la temporada pasada ha sido grande en cantidad y calidad y eso se nota en que cada vez más jugadoras extranjeras quieren venir a nuestra liga. Y con dieciséis equipos se hace una liga regular perfecta. La visibilidad debe llegar ahora a todos los equipos en el mismo porcentaje.

—Usted practicó natación y jugó al fútbol. ¿De qué le viene la afición al fútbol?

—Mi madre dice que yo siempre he estado dando patadas a un balón (ríe). Nadaba a nivel nacional, estaba en el Castalia e iba a Campeonatos de España hasta en juveniles. Hacía braza. Pero le dije a mi madre que me iba a federar en fútbol y a ella casi que le da una depresión (ríe). Yo era la única niña de mi familia, me he criado con mis hermanos y mis primos y en cualquier quedada familiar siempre había un balón por medio. También iba a ver a mi padre jugar. Mi vida sin fútbol sería complicada.

—¿Y ahora vive del fútbol?

—Yo vivo del fútbol femenino, pero no de ahora. Firmé mi primer contrato de entrenadora cuando llegué aquí, hace seis años. Ni siquiera en el Sevilla. Soy una afortunada. Puedo decir que mi trabajo al 100% es el Betis.

—Empezó en el Castilleja...

—Recuerdo mi primer año. Yo nadaba en la piscina de al lado y cuando acababa me ponía a darle patadas a la pelota con un grupo de amigas. Me decía mi entrenador de natación que me iba a lesionar, pero yo era feliz. Me vieron los que después fueron mis entrenadores de fútbol, Paco y David, y me dijeron que me iban a federar. No se me olvidará: era la primera jugadora del Castilleja que iba a la selección sevillana y quedamos campeonas de Andalucía. Me sentí muy querida. Sin el Castilleja no habría dado los pasos que di después. Estuve un año en el Ñaque, en Liga Nacional. Yo tenía 15 años, era la más pequeñita y jugaba con mujeres. De ahí me fui dos años al Dos Hermanas, con el que ascendimos a Liga Nacional. Ahí compartí vestuario con Willy o Mel [Melanie Serrano, ahora en el Barça]. Pasé un año al Híspalis, aunque lo dejé por estudios. Y de ahí al Sevilla, donde me retiré. Acabé mi carrera [Ciencias del Deporte] y era muy crítica con mi forma de entrenar. No veía el fútbol como jugadora, mi mente ya estaba fuera de las líneas blancas. No me gustaba jugar, estaba en el banquillo y no estaba pendiente de lo que hacían mis compañeras sino que analizaba al rival. Ahí entendí que mi momento como jugadora había terminado.

—¿La María futbolista habría jugado con la María técnica?

—En cuanto a trabajo, sí: sacrificio, entrega... Con el fútbol tan técnico que hace mi equipo, de control-pase-pivote-pivote... la María Pry de jugadora sería pivote para la María Pry entrenadora.

—Usted siempre reclama que las niñas deberían competir con niños.

—En Andalucía tenemos un problema: las competiciones de fútbol femenino son diferentes en cada provincia. Este año, nuestro alevín femenino está en una categoría mixta y la evolución ha sido brillante: han quedado sextas en una liga de catorce. Puedes competir perfectamente con chicos, así que dejemos que sigan haciéndolo. En infantil, en cambio, la liga es de sólo siete equipos [todos de chicas], así que juegas catorce partidos en todo el año pero no tienes competencia ninguna. Y en juveniles son ocho equipos. La liga se decide en los enfrentamientos con el Sevilla. Nosotros hacemos amistosos con equipos de chicos.

—¿Se ve en un banquillo de un equipo masculino?

—No soy de pensar qué voy a hacer dentro de un año o dos. No sé si María Pry u otra mujer llegará a ser la entrenadora de un equipo masculino. Muchas ya están en alevín, infantil... pero no se termina de dar ese paso o esa confianza para que una mujer sea la primera entrenadora en Segunda o Primera. Mi ilusión sería verlo el día de mañana, porque estamos perfectamente capacitadas y cualificadas. No sé si será María Pry, pero espero que eso llegue. Yo disfruto del momento y lo que tenga que venir ya llegará.

—La última pregunta podría haber sido la primera. Usted se apellida Fernández Montero. ¿De dónde viene Pry?

—Como empecé a jugar en Castilleja, en el Aljarafe a los del pueblo se los conoce como los Pry. Hace ya veinte años que se me quedó eso de María Pry. Me llamaron así mis compañeras del Ñaque: Carmen, Bala, la Tanque... ‘Oye, Pry’, ‘¿y Pry por qué?’, ‘porque tú eres de Castilleja y hay muchas Marías, así que tú eres María Pry’. Y al final se quedó.