Medio año más tarde, otro fichaje: Piccini

El italiano se rompió la rodilla derecha el 16 de enero en Villarreal y ha reaparecido en un partido, aunque sea un amistoso, a los seis meses justos. Su objetivo es que a la tercera (temporada en el Betis) sea la vencida tras dos años repletos de contratiempos

17 jul 2016 / 09:00 h - Actualizado: 17 jul 2016 / 12:37 h.
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  • Piccini, junto a Jonas Martin en un entrenamiento en Marbella / Real Betis
    Piccini, junto a Jonas Martin en un entrenamiento en Marbella / Real Betis

El Betis abrió la ronda de amistosos veraniegos frente al modesto El Palo y venció por 0-7. Goleada al margen, lo más reseñable o llamativo del debut de Gustavo Poyet como técnico verdiblanco fue el hat trick de Álex Alegría y los dos goles de Jonas Martin, pero hubo más. En la segunda parte, por ejemplo, entró en el terreno de juego Cristiano Piccini. Y es noticia porque se trata de su primer partido con el Betis después de medio año exacto en blanco por culpa de esa grave lesión de rodilla que lo obligó a perderse media Liga la pasada temporada. Tras seis meses de una dura rehabilitación, primero en Italia y luego en Sevilla, el lateral italiano encontró la primera recompensa a su esfuerzo y por fin pudo disfrutar de nuevo del fútbol en activo.

Piccini se lesionó el 16 de enero en el campo del Villarreal. Abandonó el rectángulo de juego en el minuto 83, pero el golpe se había producido bastante antes. El primer diagnóstico fue un esguince en la rodilla derecha, pero dos días después, tras las pruebas definitivas, conoció la peor noticia posible: en realidad había sufrido la rotura del ligamento cruzado anterior y una desinserción distal del ligamento lateral externo.

La lesión exigía su inmediato paso por el quirófano y Piccini eligió el Hospital Universitario del Sagrado Corazón de Roma, donde fue intervenido por el doctor Giuliano Cerulli. Era el colofón a otra campaña que había ido de mal en peor para el transalpino. En septiembre padeció una pequeña elongación en el adductor, en noviembre pasó por una sobrecarga articular en la rodilla derecha y en diciembre, en Las Palmas, se lesionó el adductor izquierdo y se perdió cuatro encuentros, entre ellos el derbi contra el Sevilla y la visita al Barcelona.

Los periodos de baja médica por lesión han sido una constante para Piccini desde que llegó procedente de la Fiorentina en el verano de 2014. En su primer curso en Heliópolis, de hecho, apenas participó en 12 de las 42 jornadas de la Segunda División y sólo completó cinco partidos enteros. A lo largo de esa campaña sufrió un edema vertebral con riesgo posterior de fractura vertebral que lo tuvo más de un mes de baja y, sobre todo, una rotura muscular de grado II en el bíceps femoral de su pierna izquierda, el 8 de febrero contra la Ponferradina, de la que se recuperó del todo tres meses más tarde.

Dos años después de su llegada al equipo verdiblanco, Piccini pretende que a la tercera sea la vencida. Le costó superar el trauma de saber que se perdería todo lo que quedaba de Liga justo después de la destitución de Pepe Mel, pero acto seguido se concienció de que quería llegar a la pretemporada en plenitud de condiciones y centró todos sus esfuerzos en esa meta. La última prueba es que empezó a trabajar en la ciudad deportiva el 21 de junio, es decir dieciséis días antes de la fecha en que estaba citado, como toda la plantilla, la plantilla para someterse a los reconocimientos médicos.

A la espera de que el Betis decida definitivamente si intenta traer otro lateral derecho o fía su apuesta a Piccini y el canterano Rafa Navarro, el italiano bien puede ser considerado otro refuerzo estival para Poyet. Por cierto, el hombre que llegó para ocupar su ficha, Martín Montoya, puede repetir el camino de vuelta, pero el Valencia ha irrumpido en su horizonte, según afirman en la ciudad del Turia.