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Juan Merino, antes de comenzar el partido del pasado martes ante la UD Las Palmas que certificó la permanencia virtual del Betis en Primera. / Pepo Herrera -
Tras el relevo en el banquillo de Juan Merino por Pepe Mel la mejoría del Betis ha sido notable: porcentualmente ha ganado un siete por ciento más de partidos, ha perdido un 20 por ciento menos, ha empatado un 13 por ciento más, ha marcado casi el doble de goles (1,2 por partido frente a 0,68) y ha encajado menos (1,2 por 1,5), por lo que ha pasado de sumar 1,05 puntos por partido a 1,40, una puntuación que, mantenida, le habría llevado a los 53 puntos (la proyección de la primera vuelta eran 40), que le hubieran valido para ser octavo las cinco últimas temporadas, lo que en algún caso dio hasta para ir a competición europea.
El tridente técnico formado por Merino, Alexis y Capi ha salido airoso de una papeleta realmente complicada, pues no hay que olvidar las circunstancias en las que se hicieron cargo del equipo, después de una nefasta racha de seis partidos sin ganar (dos puntos de 18), con media estocada copera en las agujas (0-2 en la ida ante el Sevilla) y la vuelta en el Sánchez-Pizjuán, Villarreal, Real Madrid y Real Sociedad para ir abriendo boca.
La llegada de refuerzos en el mercado de invierno, sobre todo Charly Musonda y Martín Montoya, pues la aportación de Damiao ha sido nula, ha ayudado sin duda a elevar el potencial bético, así como las decisiones adoptadas por el cuerpo técnico, que lo primero que hizo fue dejar fuera a Dani Ceballos y Joaquín por su bajo rendimiento y los tiene ahora enganchados como dos de los puntales del equipo junto a Rubén, Adán y N’Diaye.
Futbolistas como Pezzella o Vargas –a pesar de sus lesiones– han elevado su nivel en este segundo tramo liguero, en el que también ha habido interesantes aportaciones puntuales de gente como Van Wolfswinkel, Kadir, Fabián o Cejudo y han mantenido su regularidad futbolistas como Bruno o Petros. Westermann, lastrado por las lesiones, ha sido de los pocos que rindió por debajo que en la primera vuelta.
El potencial del plantel
En verano se discutió mucho sobre el potencial del plantel, pero ha quedado claro que capacitado para lograr la permanencia sin apuros lo estaba de sobra, pues a pesar de los rotundos fiascos de Van der Vaart, Digard y Tarek, y rendir por debajo de lo esperado futbolistas como Joaquín, Portillo, Jorge Molina o los mismos Pezzella y Vargas, con picos realmente bajos, el objetivo se ha conseguido con antelación suficiente. Y eso que a Mel llovieron palos por su deficiente gestión del plantel y tampoco le han faltado las ácidas críticas a Merino.
La plantilla es manifiestamente mejorable, pero aparte de Adán y Rubén, ha sido capaz de mantener el tipo gracias también a la aportación de gente como Dani Ceballos, N’Diaye, Bruno e incluso Cejudo, principalmente, y recién llegados como Pezzella, Petros, Vargas, Joaquín, Westermann, Musonda Martín Montoya o el mismo Van Wolfswinkel, que a la postre va a firmar mejores números que Molina pese a jugar menos que él.
Frenar la sangría de malos resultados en casa ha sido otra de las claves que han permitido a Merino, Alexis y Capi saldar de forma airosa la complicada reválida que tenían ante sí. Cuatro victorias, tres empates y una sola derrota (1G 3E 5P con Mel). En ocho partidos en casa los béticos han tenido ocasión de saborear tantos triunfos (cuatro) como en los 17 compromisos previos en Primera, pues en el Villamarín no se ganaban dos partidos seguidos desde los últimos de la 2012/13.