Mestalla exige un paso adelante

La teoría de la manta en un Betis que mantiene la solidez en defensa pero que necesita despertar en ataque: por las bandas y por el centro

10 sep 2018 / 13:00 h - Actualizado: 10 sep 2018 / 13:08 h.
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  • La plantilla del Betis celebra el triunfo en el derbi junto a la afición. / Manuel Gómez
    La plantilla del Betis celebra el triunfo en el derbi junto a la afición. / Manuel Gómez

La Liga ha empezado de una forma un tanto extraña por la que debe ser parte noble de la clasificación. Exceptuando a Real Madrid y Barcelona, Atlético, Valencia, Sevilla, Villarreal y Betis, el resto de equipos europeos, han arrancado sin estabilidad, dejando muchas dudas. En el caso del equipo verdiblanco, al menos, existe el consuelo de que parece ir a más, tras un estreno negro ante el Levante y una leve mejoría frente al Alavés y el Sevilla. Precisamente la victoria ante el vecino ha servido para espantar dudas, aunque el juego no fuese el esperado, y reafirmarse en la tranquilidad para ir creciendo. Crecer es un verbo muy usado últimamente por Heliópolis y no sólo a nivel de estructuras del club, aspecto en el que la entidad está modernizándose a pasos agigantados, sino que es la palabra que marca el futuro inmediato del Betis en el césped ante un calendario que se aprieta. Tras una pretemporada ilusionante, la llegada de la oficialidad ha bajado un poco la euforia: el Betis necesita un ajuste de piezas y tirar de plantilla ante lo que viene, el inicio de la Europa League.

La primera prueba de fuego es inmediata: visita al Valencia. Nunca es fácil un estadio como Mestalla, pero menos para los verdiblancos, que sólo han vencido una vez desde 1986 (hace justo dos años: 2-3). Este Betis inicial 2018-19 tiene dos caras. Salvo la debacle inaugural, es sólido atrás. Setién ha sabido mantener el sistema de cinco defensas que tanto le costó aplicar y que tan buena respuesta le dio en el decisivo tramo final de la campaña pasada, cuando el equipo hizo clic y pasó de la mitad de la tabla a colarse en Europa. Alavés y Sevilla le crearon poco peligro y el Levante le llegó pocas veces, aunque con una efectividad demoledora. Buen síntoma, pues la base del éxito en la Liga es la fortaleza defensiva. La cara más negativa es la que más busca el entrenador, precisamente: el ataque. Frente al Levante faltó fluidez y produndidad, recurriendo casi siempre a tiros lejanos. En Vitoria tuvo un comienzo pletórico pero falto de puntería hasta diluirse con el paso de los minutos. En el derbi, muy cerrado por el planteamiento de ambos equipos, tampoco se vio el potencial ofensivo que sí exhibió el Betis 2017-18, aunque marcó, inaugurando al fin ese casillero en la temporada.

Es precisamente en el aspecto ofensivo donde necesita el Betis dar un paso adelante. La confianza arriba es para Loren, enrachado en la pretemporada pero seco ahora, mientras Sanabria está a un nivel bajísimo y Sergio León sólo cuenta para Setién en caso de necesidad: es el tercero para el técnico y con perspectivas de no subir en la lista de sus preferencias. En la faceta ofensiva llama la atención la poca productividad de los carrileros. Junior es pura potencia física aunque se nubla demasiado cuando llega al área rival, circunstancia que se agrava en el caso de Francis, el elegido por Setién por delante de un Barragán que se hartó de asistir a los delanteros el curso pasado. Es precisamente esta, la conexión con los delanteros, uno de los engranajes de la maquinaria bética a los que Setién le debe echar aceite. La clave por el centro es un Sergio Canales que sí está destacando. Sobre todo lo hizo en Mendizorroza, demostrando una visión de juego que a poco que mantenga dará resultados. Otra zona a engrasar: la aportación goleadora de la segunda línea. Inui, Boudebouz (tercero de los castigados por Setién y que se salió en los amistosos), Tello, el propio Canales y Joaquín, ya listo para el paso adelante requerido. Ha llegado la hora de crecer.