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Real Sociedad-Betis: un campo difícil, un reto obligatorio

LA PREVIA. El equipo verdiblanco casi nunca gana en Anoeta, pero quiere enlazar dos victorias seguidas por primera vez en la temporada para así acercarse a la zona noble de la Liga. Poyet viaja con cinco bajas

30 sep 2016 / 09:00 h - Actualizado: 30 sep 2016 / 10:24 h.
"Real Betis","Álex Martínez","Gustavo Poyet"
  • Petros y Joaquín, dos de los jugadores en mejor forma del Betis, camino del aeropuerto para ir a San Sebastián / Pepo Herrera
    Petros y Joaquín, dos de los jugadores en mejor forma del Betis, camino del aeropuerto para ir a San Sebastián / Pepo Herrera
  • Real Sociedad-Betis: un campo difícil, un reto obligatorio

El Betis visita uno de los templos modernos del fútbol español, Anoeta, un bello estadio que sin embargo guarda unas estadísticas más bien feas para los verdiblancos. No ganan allí desde 2003, así que su propósito, un año más, es cambiar esa mala tendencia. Más les vale si quieren cumplir un requisito obligatorio para cualquiera que aspire a ser alguien en la Liga española: hacer de la victoria una costumbre. El Betis todavía no ha enlazado dos triunfos consecutivos en lo que va de temporada (tampoco dos derrotas seguidas, todo hay que decirlo) y esta noche, de nuevo en abierto para toda España (20.45 horas, GOL), dispone de su segunda oportunidad para conseguirlo. La proyección es prometedora, ya que con sólo dos encuentros ganados ya está en la mitad alta de la tabla y a sólo tres puntos de Europa, pero a largo plazo, si sus éxitos siguen siendo puntuales y aislados, pintará más bien poco en esa batalla por las metas importantes de verdad.

No lo tendrá fácil el Betis en Anoeta, y no sólo por su tradición de no vencer allí. En su última comparecencia casera, la Real de Eusebio Sacristán, un punto por debajo de Gustavo Poyet y los suyos, goleó a la revelación del campeonato, Las Palmas, por un concluyente 4-1. Es sin duda la victoria de más lustre de los donostiarras. El problema es que acto seguido cayeron con justicia en Eibar (2-0), de modo que su afición anda algo desconcertada. A este compromiso llegan con varias bajas en defensa y la necesidad de cambiar esa mala impresión que dieron en Ipurua. En Donosti dan por hecho el retorno de Oyarzabal, el nuevo gran talento blanquiazul. Y en ataque jugará Willian José, objetivo veraniego del Betis.

Poyet insinuó ayer algo más que cambios de futbolistas en su alineación. Nombres nuevos habrá por fuerza porque tiene cinco bajas, entre ellas las inesperadas de Durmisi y Rafa Navarro, pero quizá haya más. La opción previsible es que recupere su 4-3-3 después de recibir al Málaga con un 4-2-3-1, pero ni siquiera es descartable que recurra a una defensa de cinco. Poyet hizo tanto hincapié en la influencia de la zaga en el dibujo definitivo del once que como mínimo hay que citar la posibilidad.

La principal novedad individual del once debe de ser la primera titularidad de la campaña para Álex Martínez, el único lateral apto (sin contar a Piccini, lógicamente) que le queda a Poyet. Donk, por aquello del poderío aéreo de los txuri urdin, también puede tener opciones en perjuicio de Brasanac o Felipe Gutiérrez. Lo demás admite pocas dudas: Joaquín es intocable ahora mismo y la dupla Álex Alegría-Rubén Castro, igual. Musonda se ha ganado el derecho a entrar, pero de momento tiene mucha y buena competencia delante. Como el Betis en la Liga. Si quiere aproximarse a la zona ilustre y pelear desde ya por esos puestos, le urge ganar y ganar. Literalmente.