-
-
Víctor Sánchez y Ángel Haro el día de su presentación.
Las horas posteriores a la derrota en Butarque están siendo intensas para el presidente del Real Betis, Ángel Haro, que no ha regresado de Madrid con el equipo debido a una reunión que tendrá en la capital de España. El máximo dirigente bético sopesa seriamente la posibilidad de destituir a Víctor Sánchez del Amo después de la imagen ofrecida en el último partido liguero ante el Leganés. En la tarde de este martes hay prevista una reunión de urgencia del consejo de administración para evaluar la toma de decisiones drásticas.
El propio Haro ya anunció «cambios dentro y fuera del vestuario» y el primero podría ser el despido de Víctor. Con la permanencia en el bolsillo y teniendo en cuenta que restan dos jornadas para el final del campeonato, la duda viene dada principalmente por el tema económico. A Víctor le queda un año de contrato y tendría que recibir la correspondiente indemnización si no se cumple lo firmado, aunque la cifra no variará mucho si el entrenador es destituido de forma inmediata o al concluir la competición.
Otra cuestión es la del sustituto. Con José Juan Romero Gil en principio no se cuenta debido a la situación que atraviesa el segundo equipo, que se juega el ascenso a la Segunda División B en las próximas semanas. Esta situación abre otra vía en el seno de la entidad verdiblanca que propiciaría que Marcos Álvarez y Alexis Trujillo, a día de hoy en el cuerpo técnico del primer plantel, se hicieran cargo de forma interina del banquillo hasta la llegada de un nuevo entrenador, según ha podido saber El Correo de Andalucía. A ellos se uniría probablemente Juan José Cañas. Álvarez y Alexis estaban en nómina antes del desembarco de Víctor Sánchez y el resto de colaboradores que le acompañaron en su llegada a Heliópolis tras la destitución de Gustavo Poyet.
Hay una parte del consejo reacia a tomar esta decisión y prefiere esperar al final del campeonato para cambiar al entrenador. Sin embargo, Ángel Haro parece decidido a dar un golpe sobre la mesa después del último «bochorno», como el propio presidente catalogó la imagen ofrecida en Butarque. El equipo ya se encuentra en Sevilla, donde varios aficionados le han mostrado a los jugadores su tremendo malestar, llegándose a encarar Joaquín Sánchez con uno de estos hinchas.