¿Rubén Castro tiene sitio en el nuevo plan de Poyet?

La apuesta del técnico no evita el debate aunque en Pamplona le saliese ganadora. El canario lleva seis jornadas en blanco, pero en los seis años que lleva en el Betis ha marcado goles desde cualquier posición

23 oct 2016 / 09:30 h - Actualizado: 25 oct 2016 / 16:07 h.
"Real Betis","Rubén Castro","Gustavo Poyet"
  • Gustavo Poyet da indicaciones a sus jugadores mientras Rubén Castro pasa a su lado / Manuel Gómez
    Gustavo Poyet da indicaciones a sus jugadores mientras Rubén Castro pasa a su lado / Manuel Gómez

El Betis ganó en El Sadar pero los tres puntos no quitan para que Gustavo Poyet haya abierto un debate que amenaza con tener continuidad el próximo domingo en el Villamarín, donde su equipo recibirá al Espanyol en busca de una meta que se le resiste: ganar dos partidos seguidos. Ese debate tiene como eje básico a Rubén Castro. El canario fue suplente en El Sadar después de 94 encuentros de Liga consecutivos como titular, que es el dato lógico si se tiene en cuenta su inmensa aportación a la causa heliopolitana desde su fichaje en 2010, pero el equipo venció. Y en esa diatriba vivirá el Betis a lo largo de la próxima semana, a la espera de comprobar si el entrenador vuelve a relegar al pichichi al banquillo o recapacita y lo devuelve al once.

El Betis se presentó en Pamplona con una especie de 4-4-1-1 en el que Joaquín hizo de mediapunta detrás de Sanabria. El dibujo no llegó al 4-2-3-1 porque Cejudo y Felipe estuvieron bastante menos adelantados que el portuense. De hecho, jugaron en línea con Jonas Martin y Petros. Con un dibujo similar, con dos pivotes y no con su recurrente 4-3-3, Poyet ha cosechado dos de las tres victorias que acumula hasta ahora al frente del Betis (Málaga y Osasuna).

La pregunta, visto lo visto con el charrúa, es si Rubén Castro tiene sitio en ese esquema. Y la respuesta, visto lo visto con el canario en los seis años que lleva en el Betis, es que tiene sitio en cualquier esquema. Lo demostró con Pepe Mel, con Jorge Molina detrás de él o también en la banda, donde jugó más de una vez y más de dos por indicación del entrenador madrileño.

Rubén, a todo esto, sigue peleado con el gol desde la tercera jornada, cuando hizo doblete en Mestalla. A partir de ahí se ha quedado en blanco, a veces por su falta de puntería y otras por esa poco propicia ubicación en la izquierda, a muchos metros de la portería. Y aun así continúa siendo el pichichi del equipo...