Si va a tener razón Setién...

Demasiados apuros del Betis ante un Dépor cadavérico

12 feb 2018 / 23:16 h - Actualizado: 12 feb 2018 / 23:39 h.
"Real Betis","José Miguel López Catalán","Lorenzo Serra Ferrer","Ángel Haro","Quique Setién"
  • Los jugadores del Betis celebran el tanto del triunfo ante el Dépor. / Efe
    Los jugadores del Betis celebran el tanto del triunfo ante el Dépor. / Efe

Dice Quique Setién que al menos diez equipos de la Liga son superiores al Betis. El caso es que mucha gente no está de acuerdo pero el devenir del equipo verdiblanco se empeña en, al menos crear serias dudas al respecto. Sea como sea, el Deportivo no es uno de ellos. Un Dépor paupérrimo le hizo sufrir para conseguir una victoria clave en la lucha por Europa, objetivo del Betis pese a que los dirigentes no quieran decirlo públicamente para no colocar una ventana ante la cual tener que dar la cara, sobre todo tras el órdago de hace meses de que otro fracaso propiciaría dimisiones. Oiga, hay que perderle el pánico a la palabra fracaso, que no deja de ser simplemente no conseguir algo que te propones. Y si el Betis queda, por ejemplo, octavo, no creo que nadie pida a Haro y Catalán que se vayan.

El caso es que el triunfo en Riazor era necesario y lo más importante. Malas sensaciones del Betis, por el contexto, pero otra vez que se van los béticos contentos a la cama. Los tres puntos son lo más importante, señor Setién, no divertir con un 4-4 a un señor de Cuenca que pone la tele un lunes por la noche. El triunfo del Eibar y el empate del Getafe en el Camp Nou no permitían un tropiezo del Betis ante un muerto viviente como el Dépor. Trabajo hecho, pero deberes por hacer, aunque con tres puntos más en el saco que permite la tranquilidad necesaria para encarar al Madrid sin presión y con todo que ganar.

Que el Betis sigue siendo un esperpento defensivo (busquen la jugada del minuto 38 aproximadamente en la que casi marca el Dépor) es algo que nadie puede negar. Ni con defensa de cuatro ni con defensa de tres o de cinco. Es un problema que parece no tener solución este año y mucho menos con la desgraciada baja de Feddal, capitán general. Se trata de un defecto con el que deberá saber convivir el equipo verdiblanco. Y buscar la manera de paliarlo en lo posible con lo que tiene (tarea del entrenador) para poder llegar a las últimas jornadas con opciones de ser séptimo, ya que esto se ha convertido en el juego de la silla y la música se para en la jornada 38. En una lucha tan igualada como la actual, contra equipos inferiores en su mayoría (sólo el Celta es mejor, señor Setién) pero con entrenadores al alza, un par de detalles, un solo partido, una sola jornada puede determinar quedar undécimo o séptimo y separar el fracaso del éxito. Con ese riesgo se convive en la élite, señores dirigentes.