Un fortín y un líder para el Betis

El balance del equipo verdiblanco en el Villamarín con Víctor es de cuatro triunfos (todos con la portería a cero) en cinco partidos y ninguna derrota. Dani Ceballos es otro con el nuevo míster, y no sólo en la creación: ante el Leganés, 13 recuperaciones

10 ene 2017 / 09:00 h - Actualizado: 10 ene 2017 / 18:01 h.
"Real Betis","Dani Ceballos","Víctor Sánchez del Amo"
  • Dani Ceballos, en acción durante la victoria del Betis contra el Athletic (1-0) / Manuel Gómez
    Dani Ceballos, en acción durante la victoria del Betis contra el Athletic (1-0) / Manuel Gómez

El Betis cortó la cinta inaugural del año competitivo con un triunfo ante el Alavés que confirmó las tres tendencias positivas más patentes desde que Víctor Sánchez del Amo relevó a Gustavo Poyet. La primera es que Rubén Castro vuelve a ser el que era, si es que alguna vez dejó de serlo (quizá el antiguo entrenador pueda explicar algo al respecto). No es una gran novedad, por suerte para el equipo verdiblanco. Las otras dos, quizá sí. Una es su increíble solidez en el Villamarín, que por fin se merece la consideración de feudo, y la otra es el imparable crecimiento de Dani Ceballos, transformado en guía y faro indiscutible del equipo.

Todavía hay muchos defectos que debe pulir el Betis si de verdad quiere aspirar a meterse entre los diez primeros y, a partir de ahí, soñar, pero ya ha dado el primer paso, imprescindible y fundamental: hacerse fuerte en casa. La trayectoria desde que llegó Víctor es de cuatro victorias, un empate y cero derrotas (9 goles a favor y 3 en contra). Tres de los triunfos fueron en la Liga: Las Palmas (2-0), Athletic (1-0) y Leganés (2-0). El otro fue en la Copa al Deportivo (1-0). El empate fue con el Celta (3-3). El conjunto verdiblanco dejó su portería a cero en cuatro de esos cinco encuentros. La muda de piel es radical.

En realidad, el registro global del Betis en casa, incluida la etapa de Poyet, no es malo del todo, aunque admite un gran margen de mejora. Como curiosidad, con el matiz de que ha disputado un encuentro más, el equipo de Heliópolis ha obtenido como local los mismos puntos que el Barcelona en el Camp Nou: 15. El balance liguero es de cuatro victorias, tres empates y dos derrotas, con equilibrio absoluto en los goles: 12 a favor y 12 en contra. Eso sí, la llegada de Víctor ha sido básica para que los puntos que se quedan sean más que los que se han ido (12).

Esta trayectoria no tiene nada que ver con el desastre que fue el Betis en el Villamarín en sus dos últimos cursos en Primera. En el 2015-16 retuvo sólo 24 puntos y dejó escapar 33 (6 victorias, 6 empates y 7 derrotas). Y qué decir del 2013-14: 5 victorias, 3 empates y 11 derrotas. Volaron 39 puntos (18 a favor). Esta temporada es otra historia, pero el Betis debe respetar esa consistencia en sus viajes. Con Víctor, tres derrotas en tres partidos (dos de Liga y uno de Copa).

La mejoría del Betis, restringida por ahora al Villamarín, se puede asociar a varios nombres, pero la reconversión de Dani Ceballos ha sido de tal envergadura que merece ser destacada. Víctor, como el 101% de los béticos, tenía claro que su ostracismo no tenía sentido e invirtió esa situación. La respuesta del jugador estuvo a la altura de esa confianza. Ya asumió el liderazgo ante el Alavés y el Dépor, pero entonces no disfrutó del acompañamiento necesario y el Betis perdió. Ante el Leganés recuperó la compañía de Rubén o Durmisi, entre otros, y su figura se agigantó hasta resultar determinante en el segundo tiempo.

El partidazo de Dani Ceballos no se redujo a la asistencia de gol a Rubén en el 1-0. Entre otros muchos datos, también aportó 13 recuperaciones, que no está nada mal. Cometió más pérdidas (15), pero el balance es equilibrado. De hecho, es normal esa cantidad de pérdidas pero se sale de lo habitual esa cantidad de recuperaciones. Para valorar en su justa medida el registro hay que ver lo que hicieron algunos de sus compañeros. Por ejemplo, Jonas Martin: 8 recuperaciones y 18 pérdidas. El francés, en honor a la verdad, pareció otro (para bien), en especial en la segunda mitad, cuando Ceballos asumió el mando de las operaciones. Petros, algo más discreto, se quedó en 6/8. En otras zonas del campo, dicho sea de paso, resultaron muy noticiosas las 24 pérdidas de José Carlos o las 19 de Durmisi.