Un partido irrepetible da la sexta plaza al Betis (0-1)

LA CRÓNICA. El equipo verdiblanco gana en el Coliseum y cosecha su tercer triunfo consecutivo gracias a un gol de Sergio León en el minuto 88. Adán paró un penalti y el Getafe mandó dos balones al poste, el segundo de ellos con gol fantasma incluido que el asistente no apreció así

02 abr 2018 / 20:16 h - Actualizado: 03 abr 2018 / 11:21 h.
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  • Joaquín y Amat reivindican a Adán, que fue determinante para que el Betis ganase en Getafe / LFP
    Joaquín y Amat reivindican a Adán, que fue determinante para que el Betis ganase en Getafe / LFP

El Betis ganó al Getafe, cosechó su tercera victoria consecutiva y alcanzó la sexta plaza de la Liga. Anda el conjunto verdiblanco en uno de esos momentos del curso en los que todo lo que le puede salir bien, en efecto, le sale. Lo ocurrido en el Coliseum es una prueba palmaria. El equipo de Quique Setién ofreció un nivel discreto, su rival tuvo las ocasiones más claras, chutó dos veces al poste e incluso disfrutó de un penalti, pero ni así marcó. Adán, de nuevo determinante, protagonizó una doble intervención espectacular en la pena máxima de Portillo y después tuvo suerte en una falta de Antunes al poste. El broche fue un cabezazo de Cabrera en el último minuto que volvió a mandar la pelota al mismo palo, sólo que a continuación viajó allende la raya. Esa es la impresión que dio, corroborada por el hecho de que el pie del meta estaba justo sobre la línea y despejó con el brazo extendido hacia dentro, pero el asistente no lo vio así. El Getafe tiene derecho a protestar, pero el marcador ya es irreversible y coloca al Betis delante del Sevilla y el Girona y a un punto del Villarreal, quinto.

El encuentro fue pura incomodidad para el Betis desde el principio. El Getafe le dibujó el escenario previsible por su parte, con mucho ímpetu (para lo bueno y para lo malo) y un cerramiento general de espacios en su mitad del campo, y los verdiblancos rara vez hallaron la solución para sobrepasar ese entramado. Los dos primeros minutos fueron un indicio perfecto de ese panorama. De hecho, ese fue el tiempo que el Betis tardó en traspasar la línea del centro del campo por primera vez. La circulación resultaba tan áspera que Setién intercambió pronto las posiciones de Fabián y Guardado, pero el mexicano intervino poco y mal y el palaciego sufrió un marcaje casi individual de Flamini. Sí, así como suena. Hasta ahí llega ya el peso específico del canterano y su importancia para los rivales.

A pesar de monopolizar la posesión, el Betis sólo chutó dos veces antes del intermedio. Una ni siquiera llevó la firma de sus futbolistas, porque fue Damián quien despejó hacia atrás un centro de Guardado, y otra fue un trallazo de Boudebouz que desvió Guaita. Frente al atiborramiento de pases de los heliopolitanos, el Getafe lució su fútbol directo y creó mucho peligro, pero Ángel anduvo escaso de generosidad y puntería, Cabrera cabeceó una falta fuera por poco y Amath llegó demasiado exigido a un centro de Jorge Molina. Cuando Ángel sí vio portería, lo hizo en fuera de juego.

El Betis que regresó del vestuario subió un poco el volumen de su juego y miró a Guaita con más convicción. Con Fabián de vuelta a su sitio natural, el primer intento corrió a cargo de Guardado con un zurdazo que salió desviado. En realidad, hasta el penalti de Amat casi no hubo demasiados inconvenientes para Adán, excepción hecha de una comprometedora cesión de Barragán de la que el meta salió airoso. También lo hizo Guaita en un chut de Loren y otro más fácil de Boudebouz.

El penalti se produjo dos minutos después de la ocasión del francoargelino. Era patente que el Getafe, apostado en su campo, fiaba todo a algún contraataque y el Betis sólo debía cortocircuitar esa posibilidad, pero no lo hizo y Jorge Molina, demasiado liberado, pudo llegar hasta la línea de fondo. Amat interceptó su pase con un brazo incomprensiblemente elevado y Undiano, bien asistido esa vez, pitó lo que era. Por suerte para el Betis, en su portería hay un meta mayúsculo: Adán repelió el primer lanzamiento de Portillo y después le puso todo el cuerpo por delante para tapar el segundo. El susto, eso sí, se le quedó al Betis en el cuerpo un buen rato. Poco después, una pérdida de Javi García derivó en la falta que Antunes envió al poste.

A esas alturas de duelo, el equipo más próximo al triunfo parecía el Getafe. El Betis (con Sergio León, Joaquín y Campbell en el césped) apenas extraía beneficio de sus largas posesiones y en la última media hora, salvo el gol, no se acercó a Guaita más que en una buena jugada inconclusa de Fabián. Pero marcó. Sucedió en una gran cabalgada y un buen pase de Barragán completado con un enorme movimiento y un mejor zurdazo de Sergio León. ¿Se acabó ahí el partido? En absoluto. Quedaba la otra jugada clave de una noche con muchas así, un cabezazo de Cabrera en un saque de esquina que se marchó al poste y, acto seguido, dentro de la portería. El asistente no lo apreció, quizá engañado por el ágil despeje de Adán. El Getafe reclamó con aparente fundamento, pero la decisión era firme. La victoria del Betis, también. Como su sueño europeo.

GETAFE CF: Guaita; Damián, Bruno, Cabrera, Antunes; Portillo (Pacheco, m. 81), Flamini (Shibasaki, m. 81), Fajr, Amath; Jorge Molina y Ángel (Hugo Duro, m. 73).

REAL BETIS: Adán; Mandi, Bartra, Amat; Javi García (Joaquín, m. 77); Barragán, Fabián, Guardado, Junior; Boudebouz (Sergio León, m. 68) y Loren (Campbell, m. 82).

Gol: 0-1, m. 88: Sergio León.

Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó a Bruno (26’), Portillo (35’), Amath (45’), Jorge Molina (45’), Bartra (71’) y Junior (91’).

Incidencias: 30ª jornada de Liga. Coliseum Alfonso Pérez.