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Real Betis

Un proyecto realista y constante en el tiempo

El Betis, con sus dos victorias ante el Rayo Vallecano y el Levante, confirma la solidez de un esquema que no sucumbe ante las derrotas puntuales

14 feb 2022 / 08:32 h - Actualizado: 14 feb 2022 / 08:34 h.
"Real Betis"
  • Edgar González Celebración de uno de los goles del Betis ante el Levante. / E.P.
    Edgar González Celebración de uno de los goles del Betis ante el Levante. / E.P.

El fútbol procedente del Benito Villamarín continúa una semana más con su juego vistoso y sus resultados favorables. La capacidad que posee Manuel Pellegrini para obtener el máximo rendimiento de sus jugadores le ha otorgado el reconocimiento de dirigir al único equipo español que disputa las tres grandes competiciones (Liga, Copa del Rey y UEFA). Habiendo defendido dos de ellas durante los últimos días, el Betis mantiene vivo el sueño de clasificarse a la Liga de Campeones, así como el de poder hacerse con un título durante la presente campaña.

La tarde del seis de febrero no fue del agrado de la afición verdiblanca. El Betis, que ostentaba una consecución de cuatro victorias con resultados muy abultados, recibió un mazazo por parte de un rival al que claramente no le tiene cogida la medida: el Villarreal. Un cabezazo de Pau Torres -que no encontró resistencia alguna por parte de la defensa del equipo sevillano- precedió a un gran gol de Capoue, que sentenció el partido. El cuadro verdiblanco finalizó un encuentro en el que poco o nada pudo hacer para llevárselo. Sin embargo, no sonó ninguna alarma en el Villamarín. Dos victorias consecutivas, producidas escasos días después, confirmaron la solidez del proyecto de Pellegrini. El equipo cumplió con su cometido al salir victorioso de Vallecas y sumar tres puntos indispensables ante el Levante.

El esquema trazado por el club para esta temporada basa su realismo en la siguiente premisa: ganar es el objetivo primario en cada partido (como no cabría esperar de otra forma), pero la derrota en sí misma es una posibilidad. Esta idea propone normalizar los ‘baches’ intermitentes que pueda sufrir el equipo, y evitar de esa manera un pesimismo que pueda perjudicarlo. Del mismo modo, esto hila con la segunda clave del proyecto: normalizar el buen fútbol, los resultados favorables y el avance en las competiciones. Como afirmó Pellegrini a principios de mes, ‘‘el Betis no ha conseguido nada todavía’’.

Que la plantilla bética cuenta con jugadores de gran talante es indiscutible, pero hay una cuestión que personalmente considero preocupante para el equipo heliopolitano. La plantilla que posee, aunque muchos la espectacularizan, es ciertamente limitada en algunas posiciones. En este sentido, destaca la posición del defensa central, que carece de la presencia de una pareja verdaderamente asentada y confiable; la mediapunta, monopolizada por el insustituible Fekir; y el doble pivote, donde la diferencia entre Guido y W. Carvalho con sus suplentes es abismal. Resultaría ventajista afirmar que los cambios en la alineación sí funcionan, cuando esto ha ocurrido contra el colista de LaLiga, que se encuentra en una situación nefasta. Por ello, el Betis debe saber mover bien sus piezas para que los ambiciosos objetivos establecidos para el final de temporada no se conviertan en una paradoja en la que los límites de la plantilla le impidan llegar hasta ese punto.