Vuelta a la cordura

CONTRACRÓNICA. El equipo de Setién recuperó la estabilidad defensiva, la fortaleza del Benito Villamarín y dominó a un Alavés en tendencia opuesta: todo le salió mal. Los béticos se sitúan por delante del Sevilla 729 días después.

21 oct 2017 / 19:19 h - Actualizado: 22 oct 2017 / 00:12 h.
"Fútbol","Primera División"
  • Sanabria remata en escorzo en la jugada que dio origen al primer tanto del Betis, obra del paraguayo. / Manuel Gómez
    Sanabria remata en escorzo en la jugada que dio origen al primer tanto del Betis, obra del paraguayo. / Manuel Gómez

El Betis vuelve a la cordura tras varios partidos de locos, sobre todo en defensa. El equipo de Setién fue ayer fiel a su premisa: ser dueño y señor del esférico durante los 90 minutos. No brilló, cierto, pero el Alavés no pudo poner impedimento alguno al dominio verdiblanco. El Betis presentó un once titular con varias novedades, sobre todo atrás. Tosca, Amat, Camarasa y Campbell desde el inicio. Y ganó el Betis. Buena señal. Al costarricense le costó introducirse en la dinámica de juego, pero poco a poco fue participando más en las acciones del equipo. Hasta eso fue positivo pese a la ausencia de brillo general de los heliopolitanos, que también sonrieron al ver recuperado a una de las piezas clave: Javi García. El centrocampista es básico y, curiosamente, el Betis volvió a ser sólido con él en el campo. Y para colmo, el estado de Sanabria. El ritmo del paraguayo es imparable, con seis goles en ocho choques ligueros y marcando en las últimas cinco citas, aunque ayer recibiera la ayuda de un rival. Todo son grandes noticias en el Betis, lo cual demuestra que lo bonito o no del juego desplegado es secundario y, a veces, terciario.

Las cosas en el Villamarín parecen que han cambiado esta temporada, hasta el punto de que hasta la fortuna le sonríe ya al Betis, ayer en forma de decisiones arbitrales. No es algo que tenga que ser negativo, para nada. Es un síntoma de que el viento sopla a favor y eso se busca, no te llega por arte de magia. Los verdiblancos fueron capaces de ganar un encuentro que en otras ocasiones hubiera terminado en empate o incluso en drama. «Antes estos partidos eran una lotería», resumió perfectamente Adán.

Y para colmo, la clasificación. Es una anécdota pero en esta ciudad y en la acera verdiblanca no es un detalle menor: el Betis está por encia del eterno rival en la tabla de la Liga. Que le pregunten a los aficionados si no van a mirar la clasificación varias veces a lo largo de esta semana. Betis y Sevilla andan empatados a 16 puntos, pero la diferencia de goles marcados y encajados es favorable a los de Setién, quintos, en puestos europeos y por delante del Sevilla nada menos que 729 días. Una racha que duraba 76 partidos de la Liga. Se dice pronto.