Ya era hora (1-2)

LA CRÓNICA. El Betis remonta ante el Málaga y vuelve a ganar después de seis jornadas sin hacerlo. Tosca regaló el 1-0, Víctor rectificó su pobre planteamiento inicial tras el descanso y Jonas y Sanabria firmaron los goles de una victoria revitalizante

28 feb 2017 / 20:50 h - Actualizado: 01 mar 2017 / 16:44 h.
"Real Betis"
  • Jonas Martin celebra el 1-1, su primer gol con la camiseta del Betis. / Efe
    Jonas Martin celebra el 1-1, su primer gol con la camiseta del Betis. / Efe

El Betis se reencontró este martes con la victoria después de seis jornadas de frustraciones, decepciones y, en una palabra, depresión. Hallar el buen camino le costó Dios y ayuda y su prioridad ahora será permanecer en esa senda y no volver a caer a la cuneta, pero el árbol del triunfo no debe cegarle. Detrás hay un bosque de defectos que Víctor y sus hombres deben pulir. Podrán esbozar una pequeña sonrisa, pero el análisis y la reflexión son obligatorios porque en Málaga, ante un adversario con tantas limitaciones como ellos, en un test en toda regla para el fondo de armario de la plantilla, los verdiblancos remontaron y ganaron pero no despejaron las muchas dudas que suscitan. De hecho, tuvieron que sobreponerse a un feo planteamiento inicial y un error más desagradable todavía de Tosca. Al técnico, que dejó a Rubén Castro en casa y a Dani Ceballos, Durmisi y Petros en el banquillo, sólo le fue bien cuando recurrió al utrerano, aunque fueron Jonas Martin y Sanabria los que devolvieron la alegría al Betis. Eso sí, recrearse será imposible para los protagonistas: en menos de 72 horas los visita la Real Sociedad.

Medio once del Betis estuvo compuesto por habituales suplentes (Rafa Navarro, Bruno, Álex Martínez, Jonas Martin, Brasanac, Felipe Gutiérrez...). Dani Ceballos, Petros y Durmisi se quedaron en el banquillo y Rubén Castro, en su casa. La explicación oficial es que necesitaba descanso. El resultado no pudo sorprender a nadie: el Betis dejó que la posesión fuese cosa de su rival, se replegó como si jugase en el Camp Nou o el Bernabéu y no supo qué hacer las pocas veces que obtuvo el balón. El obsceno regalo de Tosca en el 1-0 fue el culmen de esa incapacidad para dar a la pelota el buen trato que se merece. Rubén Pardo y Brasanac hicieron lo que pudieron, pero ni Jonas Martin ni Felipe Gutiérrez les facilitaron esa continuidad que sí da Dani Ceballos y los laterales, por supuesto, eran bastante menos ofensivos que Piccini y Durmisi.

Ese Betis de Víctor recordaba más de lo conveniente al Betis de Poyet, pero el Málaga tampoco está mucho mejor. Tocaba y tocaba y tocaba, pero el peligro parecía haberse quedado sin entrada para el partido. Hubo un par de intentos, uno de Camacho al cabecear un saque de banda largo de Luis Hernández y otro de Chory Castro desde fuera del área, pero sólo el primero mereció un esfuerzo extra de Adán. Por parte verdiblanca, chuts a cual más manso de Rubén Pardo y Rafa Navarro. Y ya está. Pero entonces Tosca debió de tener un lapsus mental o un cruce de cables y Fornals, que pasaba por allí, no desaprovechó el presente.

Como era de esperar, incluso desde antes de que empezase el encuentro, Víctor llamó a Dani Ceballos en cuanto le vinieron mal dadas. El utrerano no tuvo un gran peso en el fútbol de su equipo, al menos no tanto como en otras ocasiones, pero sólo su presencia garantizó más control de la pelota y desajustó a Camacho y compañía, que hasta entonces gozaban de una noche plácida. Brasanac y Jonas dieron un paso adelante y entre ambos montaron una bonita jugada que el francés culminó con una gran picada.

El empate tranquilizó al Betis. Su superioridad sobre el Málaga no duró demasiado, pero el doble viraje (partido y marcador) le valió para tener más continuidad en el terreno de juego de su oponente y no asfixiarse alrededor de Adán. Aun así, su rendimiento atrás siguió siendo mejorable. Camacho remató alto tras un córner, Jony se entretuvo cuando estaba solo... Los locales también se beneficiaron de la extraña decisión de Víctor de dejar a su centro del campo sin Rubén Pardo para jugar con dos delanteros. Pero el fútbol a veces es tan impredecible que cuando peor parecía que estaba el Betis, Demichelis y Luis Hernández se solidarizaron con Tosca y facilitaron un mano a mano de Sanabria con Kameni. El paraguayo, como Jonas, definió muy bien. Y los béticos, en la noche más inesperada tras ver la alineación, volvieron a dormir con una sonrisa.

No fue tan sencillo. El último cuarto de hora, de hecho, fue frenético, sobre todo en el área de Adán. Jony fue una máquina de generar peligro por la izquierda, por mucho que Víctor buscase la frescura de Cejudo, y el Betis sufrió. En el 79’, Charles remató alto. En el 83’, Tosca casi remachó su noche horribilis con un autogol. En el 87’, Demichelis se encontró un rechace pero Adán estuvo firme. En medio, Álex Martínez estrelló un remate franco contra un defensa mientras Sanabria reclamaba penalti. Fue un final loco para un partido malo, pero así es el fútbol: con suplentes, con el plan B, con un fútbol mucho peor que el que practicó ante el Barcelona o el Sevilla, el Betis ganó.

MÁLAGA CF: Kameni; Miguel Torres, Demichelis, Luis Hernández, Juankar; Camacho, José Rodríguez (En-Nesyri, m. 76), Keko (Jony, m. 56), Fornals, Chory Castro (Ontiveros, m. 66); y Charles.

REAL BETIS: Adán; Rafa Navarro (Cejudo, m. 80), Bruno, Pezzella, Tosca, Álex Martínez; Brasanac, Rubén Pardo (Álex Alegría, m. 70), Felipe Gutiérrez (Dani Ceballos, m. 46), Jonas Martin; y Sanabria.

Goles: 1-0, m. 39: Fornals. 1-1, m. 48: Jonas Martin. 1-2, m. 73: Sanabria.

Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario). Amonestó a Pezzella (36’), Brasanac (60’), Bruno (63’), Miguel Torres (68’), Jony (75’), Cejudo (81’), Adán (93’) y Juankar (94’).

Incidencias: partido correspondiente a la 25ª jornada, disputado en La Rosaleda ante 24.285 espectadores.