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Zozulia, en una imagen de archivo. / Manuel Gómez
Roman Zozulia ha roto su silencio después de los episodios violentos registrados en las últimas horas. El atacante admite no tener «miedo», aunque reconoce que las últimas horas «han sido difíciles». «Quería ayudarme y ayudar al Rayo Vallecano y me da mucha pena lo que ha pasado», añadió antes de explicar los pormenores de la reunión celebrada ayer en Madrid en la sede de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
«Ayer me reuní con LaLiga y la Asociación de los Futbolistas (AFE) y me ofrecieron dos posibilidades: la primera es jugar en el Rayo Vallecano y tendría toda la seguridad, para mí, para mi mujer, mis hijos... Yo pregunté por mi hijo, cómo podría ir al colegio con toda la seguridad y me dijeron que no habría ningún problema. La segunda opción es volver al Betis pero sin jugar, sólo para entrenar», comentó. «El fútbol es mi vida, pero cuando hay que elegir entre el fútbol y la familia, yo como cualquier persona, elijo a la familia. Por mí mismo no tengo ningún miedo, ni de los ultras ni de nada. Pero sí lo tengo por mi familia», prosiguió.
«¿Jugar en el Rayo? Tengo hasta el lunes para pensarlo y entonces tomaré la decisión. Incluso si mi familia no viniera a Madrid, tampoco estaría tranquilo, porque estarían preocupados por mí, por ellos mismos, por la seguridad...», zanjó.