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Aleix Vidal celebra su tanto conseguido ante el Real Madrid durante la pasada temporada, cuando anotó el definitivo 0-3 . / Efe
Punto final a la negociación que durante semanas estaban llevando a cabo Sevilla y Barça para el retorno de Aleix Vidal a la capital andaluza. La operación les va a costar a los hispalenses ocho millones de euros más otros dos en variables. El catalán se convertirá así en el sexto fichaje de Joaquín Caparrós y reforzará una de las parcelas que mayor importancia tiene en el esquema de Pablo Machín, como es el lateral/extremo derecho.
El acuerdo entre los clubes y el jugador estaba cerrado desde hace algunos días, sin embargo el Barcelona ha ido demorando el visto bueno definitivo como venganza personal a las trabas que le puso el Sevilla a la hora de negociar por Lenglet, cuando se cerró en banda exigiendo el pago íntegro de la cláusula del central francés.
La llegada de Aleix abre otro frente en la planificación sevillista con Sebastien Corchia como actor principal. El lateral ex del Lille, a priori, tendrá pocas oportunidades en una banda que estará comandada por Jesús Navas y secundada por Aleix, por lo que lo lógico será que el club le busque una salida, ya sea en forma de traspaso o de cesión.
Lo cierto es que el defensa galo no ha tenido la oportunidad de demostrar si es válido o no para el Sevilla tras llevar únicamente un curso en Nervión en el que tuvo la mala fortuna de lesionarse cuando en mejor nivel estaba, a mitad de temporada.
Con la banda derecha reforzada, la secretaría técnica centrará todos sus esfuerzos en cerrar de forma rápida pero meditada las posiciones que aún andan huérfanas de hombres que eleven el nivel actual. Faltan un delantero centro (la próxima semana puede ser clave ), un mediapunta, un defensa central y, si se le da salida a Sergio Rico, un guardameta. Otra de las demarcaciones que podría estar sujeta a cambios es la de mediocentro si finalmente se vende a Nzonzi.