Algo más que un gol, guste o no

El Sevilla sigue careciendo, a día de hoy, de ese plus necesario para ganar en el campo del Atlético, un equipo más hecho sobre la base creada por Simeone estos años

23 sep 2017 / 18:30 h - Actualizado: 23 sep 2017 / 18:36 h.
"Sevilla FC","Eduardo Berizzo"
  • Muriel lo intentó sin éxito, como en esta jugada que terminó con un robo providencial de Gabi. / Efe
    Muriel lo intentó sin éxito, como en esta jugada que terminó con un robo providencial de Gabi. / Efe
  • La afición del Sevilla, presente en el Metropolitano. / @sevillismoenmad
    La afición del Sevilla, presente en el Metropolitano. / @sevillismoenmad

El Sevilla se marchó del Wanda Metropolitano con una derrota en la que resultó clave el 1-0, gol que a la postre decantaría la balanza, ya que ni el equipo de Eduardo Berizzo fue capaz de hacer sudar a Oblak en todo el encuentro, ni el Atlético dejó escapar la ocasión de sentirse como pez en el agua cuando dispuso de ventaja en el marcador.

El error de N’Zonzi en la jugada del 1-0 fue clave, sí, pero no puede ser la justificación de la derrota. Al Sevilla le sobraron regalos defensivos e imprecisiones con el balón en su poder, algo peligrosísimo ante un conjunto como el de Diego Pablo Simeone, siempre a la espera del error para desplegar su arsenal de recursos y conectar con sus delanteros.

Más allá de los propios errores de un Sevilla inocente en defensa donde no se puede ser y más ruido que nueces en ataque, las diferencias entre estos dos equipos siguen siendo grandes a día de hoy.

No es necesario recurrir a la diferencia de los presupuestos y todo lo que eso conlleva para explicar la derrota. Si bien es cierto que el colchonero duplica –se dice pronto– al nervionense, sobre el césped el Sevilla ha demostrado en los últimos tiempos ser capaz de competir codo con codo con el Atlético por el tercer puesto de la clasificación liguera. Sin embargo, este sábado quedó claro que el conjunto de Simeone está mucho más hecho que el de Berizzo.

Y no se trata del trabajo realizado en estos primeros meses de la campaña 2017/18, sino a la sensación que quedó: el plantel del Atlético se sustenta sobre una base de varios años que no existe todavía en el Sevilla, al que acaban de llegar un nuevo entrenador y otro buen puñado de futbolistas con el reto de hacer bueno el proyecto puesto en marcha por la entidad.

Berizzo y sus hombres han comenzado la temporada de forma brillante, hasta el punto de que ésta es su primera derrota en partido oficial, pero considerarse rival directo del Atlético en estos momentos quizá sea excesivo. El tiempo y el césped dirán si finalmente son o no rivales directos esta campaña en la que el Barcelona y el Real Madrid vuelven a ser los grandes favoritos a cuantos títulos hay en juego. «Yo no valoro a los equipos por lo que cuestan, sino por su capacidad de hacer fútbol. Hemos jugado de igual a igual con un rival muy fuerte, ordenado, sólido...», decía Berizzo tras el partido.

Habrá que ver lo que da de sí la temporada, pero el error de N’Zonzi, los problemas defensivos en general vistos este sábado y la ausencia de pegada en el Wanda Metropolitano responden quizá a algo más que cosas puntuales. Para arreglar todo eso hacen falta mimbres –el Atlético acaba de realizar el fichaje más caro de su historia (62 millones por Diego Costa)– y tiempo para trabajar. Este Sevilla de Berizzo no tiene ni el potencial económico de los colchoneros ni su poso en cuanto a partidos bajo la dirección de un mismo técnico, pero al menos deja la sensación de ser un Sevilla con hambre. El tiempo dirá.