Así piden perdón los porteros (1-0)

Cuatro paradones de Sergio Rico y un gol de Correa dan tres puntos de oro al Sevilla

11 feb 2018 / 14:01 h - Actualizado: 11 feb 2018 / 20:53 h.
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  • Sergio Rico paró un penalti al Girona en la primera parte. / Manuel Gómez
    Sergio Rico paró un penalti al Girona en la primera parte. / Manuel Gómez

Hace diez días Sergio Rico, portero del Sevilla, utilizó las redes sociales para pedir perdón por su débil salida en una jugada clave del Leganés-Sevilla, tres días después de otra similar ante el Getafe que también costó la victoria. Este domingo, el portero hispalense se ganó el perdón del Sánchez-Pizjuán con sus manos y sus pies, salvadores en un partido que bien se pudo llevar el Girona de Nervión. Rico paró tres remates a bocajarro, pleno de reflejos, y detuvo un penalti ejecutado por Aday. Todas esas jugadas fueron tan decisivas como el tanto de Correa nada más empezar la segunda parte. Entre Rico y Correa certificaron tres puntos de oro para un Sevilla agotado y que clama por un descanso. Salvan los de Montella el sexto puesto, amenazado por el Eibar y consigue recortarle tres puntos al Villarreal.

Los 20 primeros minutos no hacían pensar en las dificultades que el Girona le iba a plantar al Sevilla, que empezó con chispa, con Franco Vázquez desatascando la presión de los de Machín y con Pizarro y Nzonzi abortando los intentos del Girona. El argentino incluso se plantó dentro del área y su pase de la muerte no encontró rematador tras una buena combinación colectiva. Tampoco encontró el gol Sarabia, solo pero escorado ante Bono: su remate picado se fue al lateral de la red. Poco a poco Vázquez fue engullido por la presión del Girona, que dejaba en los pies de Pizarro la organización del juego. Correa tenía que bajar a ayudarlo pero apenas tomó una decisión acertada.

En cuanto en Sevilla lograba superar la primera línea de presión, las continuas paredes y movilidad de Sarabia y Muriel creaban muchos espacios, pero cada vez sucedía menos. Hasta el punto de que fueron los visitantes los que dominaron hasta el descanso, creando no pocas ocasiones. Ahí surgió la figura de Sergio Rico. Tras un aviso de Olunga, que remató fuera un pase de Aday y un último aviso de Muriel, que disparó fuera tras dos quiebros espectaculares, el portero sevillista impidió en dos minutos tres goles cantados. Primero, deteniendo a bocajarro un cabezazo de Aday tras medir mal Escudero. Segundo, sacando el pie en la línea de gol tras un envenenado rebote por un cabezazo de Olunga, imponente ante los centrales por su envergadura. Y tercero, estirándose en un penalti lanzado por Aday por manos de Muriel en una barrera. Fue ovacionado el cancerbero al descanso, no era para menos.

El Sevilla tenía que rectificar muchas cosas si quería ganar un partido tan difícil y tan importante en sus aspiraciones. Se lo puso todo de cara para ello un enorme pase de Lenglet en largo que dejó solo a Correa ante Bono. Con el balón botando el argentino le dio muy flojo pero superó al portero y también a un Bernardo que no fue capaz de despejarla en la línea de gol. Por si acaso Sarabia remachó a la red, aunque el tanto pareció ser del argentino. El 1-0 abría las puertas a un Sevilla con cansancio en varios de sus hombres clave: Nzonzi, Franco Vázquez y un Muriel que se tuvo que retirar lesionado muscularmente. Son los riesgos de las pocas rotaciones de Montella en un mes y medio plagado de partidos.

El gol tranquilizó al Sevilla y le permitió acomodarse un paso más atrás, dejando el balón al Girona, que tuvo una gran oportunidad en un resbalón de Escudero que dejó solos a Portu y Borja ante Lenglet. El pase del primero fue deficiente y la jugada la terminó cortando Pizarro. La segunda parte empezaba a diluirse en intensidad. El Sevilla no buscaba ya con tanto ahínco atacar y el Girona tenía dificultades madurando las jugadas. Machín lo intentó con Lozano en punta y Planas por la derecha, donde Montella introdujo a Layún junto a Navas.

Aun así hubo dos oportunidades clarísimas en el tramo final. Primero para Sarabia, que se quedó solo ante Bono dentro del área tras pase de Vázquez. Sacó una mano espectacular el portero marroquí. A falta de dos minutos fue Sergio Rico quien sacó otra mano impresionante a cabezazo a bocajarro de Portu. El guardameta sevillista se reconcilió con la grada de la mejor forma posible, siendo el jugador más destacado del partido, ganando puntos de forma indiscutible. Lo que le pedían los sevillistas. El Sevilla ganó un partido y recuperó a un portero.

FICHA TÉCNICA

Sevilla: Sergio Rico; Jesús Navas, Mercado, Lenglet, Escudero; Nzonzi, Pizarro; Sarabia (Layún, m.78), Franco Vázquez (Geis, m.85), Correa; y Muriel (Ben Yedder, m.64).

Girona: Bono; Aday Benítez, Jonas Ramalho, Bernardo Espinosa, Juanpe; Mojica (Planas, m.78); Pere Pons (Aleix García, m.45), Portu, Álex Granell, Borja García; y Olunga (Lozano, m.69).

Gol: 1-0, M.46: Sarabia.

Árbitro: Santiago Jaime Latre (Comité Aragonés). Amonestó a los locales Muriel (m.40) y Pizarro (m.43) y a los visitantes Borja García (m.43) y Aday (m.46+).

Incidencias: Partido de la vigésima tercera jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante algo más de 33.000 espectadores.