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Correa, por los suelos en una jugada de ataque del Sevilla. / M. Gómez
No debe quedar ya ni un solo sevillista que crea que lo del Santiago Bernabéu fue un accidente. Tras otro horrible partido del Sevilla, esta vez en casa y ante el Levante, las bases del proyecto de Eduardo Berizzo quedaron de nuevo destrozadas. Fue este partido un nuevo ejemplo de que el Sevilla no controla ni un solo partido: sufrió en defensa, falló todas sus ocasiones y su propuesta (?) se diluyó por un tremendo agujero en el centro del campo provocado por la presión (muy esperable) orquestada por López Muñiz y por la distancia entre las líneas locales. No apareció el talento individual sevillista. Esta vez nadie salió al rescate y los cuatro primeros puesto se escapan casi sin remisión, no ya por distancia de puntos, sino por las evidentes e innegables sensaciones que desprende un equipo descosido, mal llevado y que necesita que llegue enero para ver si los milagros ocurren.
Lo sorprendente fue ver al Sevilla a un paupérrimo nivel tras el bochorno del Bernabéu. Cuando un equipo está tan mal rápidamente aparece señalada la actitud, aunque en verdad se esconden serios problemas tácticos detrás de la aparente desgana general. Presión descoordinada, repliegue a uno por hora y poca inteligencia a la hora de atacar. El Sevilla es un tractor y necesita sacar a relucir su indudable talento en cada jornada para poder optar a ganar ante los rivales, la mayoría más rápidos y fuertes. Físicamente es débil y tácticamente Berizzo no da con la tecla que haga defender y atacar bien. De ello se aprovechó el Levante, que pareció en la primera parte el equipo local.
Hubo ocasiones para ambos bandos, eso sí. Los paradones de Sergio Rico y sobre todo Oier dejaron el 0-0 en el marcador. Esa es otra: si al menos tuviera pegada Champions, el Sevilla respiraría mejor. Las paradas las sufrieron Unal (espectacular mano de Rico a tiro desde el punto de penalti sin oposición), Sarabia, Ganso (cuyo testarazo rozó el meta azulgrana para desviarlo a córner) y Mercado, también de cabeza (de nuevo se estiró Oier, esta vez ayudado por el palo). El Levante llegaba comodísimo ante un graderío atónito: Campaña disparó al aire con todo a favor y Morales, que se plantó en el área tras asistencia del portero sin que nadie lo parara, fue interrumpido por Escudero in extremis. Lo mismo le pasó a Ben Yedder en el otro área.
La intensa lluvia ayudaba a cierto descontrol por parte de ambos equipos, pero la responsabilidad del local, un Sevilla obligado además por lo del fin de semana pasado y por su presupuesto, hacía sangrante el nivel desplegado en los primeros 45 minutos, casi siempre tirados a la basura por el equipo de Nervión. Tras el descanso no hubo cambios. Berizzo, en el banquillo por primera vez tras su operación, prefirió ver si había algo de reacción motu propio. Y la vio. Un intenso arreón inicial que se tradujo en tres ocasiones claras: Escudero lanzó al lateral de la red, Correa caracoleó y quiso sorprender al palo largo (se le fue fuera) y Ben Yedder, tras asistencia de Sarabia, obligó a Oier a realizar otro paradón... ¡con la cabeza! Más tarde el delantero francés, a pase de Banega, ejecutó con la zurda algo escorado y Oier sacó el pie a tiempo.
La presión ordenada por Muñiz al Sevilla seguía dando frutos, aunque tras el descanso se jugó más en campo azulgrana y eso evitó tantos sustos, aunque los hubo. Campaña, en su regreso a Nervión, obligó a Rico a parar con mérito una falta directa. Pero el Levante no tenía poderío en el área sevillista, lo cual daba oxígeno y vida extra a este Sevilla ya más intenso. Asustaron los azulgranas hasta en la última jugada, cuando un pase en paralelo a la línea de gol no encontró rematador. Berizzo buscó algo diferente con Muriel por la banda de Correa, Franco Vázquez en lugar de un Ganso perdido en la nada y Navas por la derecha, pero al palaciego ninguno de sus compañeros (los miles de aficionados sevillistas sí) lo ve venir cuando pisa el área. No hubo manera, ni por un lado ni por otro. Kjaer y a duras penas Lenglet mantenían a raya las últimas acometidas de Morales, que quería más viendo la debilidad de un Sevilla que necesita cambios, así de claro.
FICHA TÉCNICA
Sevilla: Sergio Rico; Mercado, Kjaer, Lenglet, Escudero; Pizarro, Banega; Sarabia, Ganso (Franco Vázquez, m.67), Correa (Muriel, m.80); y Ben Yedder.
Levante: Oier; Pedro López, Postigo, Chema (Cabaco, m.82), Antonio Luna; Campaña, Lerma, Lukic (Rober Pier, m.70), Morales; Jason (Samuel, m.89) y Ünal.
Árbitro: Ignacio Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Amonestó a los visitantes Campaña (m.47), Lukic (m.49) y Luna (m.60), y a los locales Lenglet (m.72) y Franco Vázquez (m.75).
Incidencias: Partido de la decimosexta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 26.000 espectadores. Noche lluviosa.