Joaquín Caparrós es un clásico del fútbol español. Forma parte del paisaje de LaLiga. Comenzó muy joven como entrenador. Ahora es seleccionador de Armenia. Confinado en su casa de Sevilla, controla a 40 futbolistas. Su ordenador y su teléfono echan humo. Conectado 24 horas con su ayudante, Luci Martín y el director deportivo de la Federación, Ginés Meléndez, Joaquín Caparrós no pierde de un detalle de Henrik Mkhitaryan, su estrella, el jugador del Roma y de sus compañeros.

Caparrós, en una conversación con la Agencia EFE, lanza una reflexión para el corto plazo, el día que acabe la hibernación. "Habrá un antes y un después. Las canteras serán clave y aquellos clubes que las hayan cuidado, tendrán ventaja". Además, lanza un aviso para que FIFA y UEFA vigilen el mercado. Los clubes grandes no deben aprovecharse de la situación y romper a los clubes de perfil económico inferior.

Pregunta: ¿Cómo lleva este confinamiento?

Respuesta: Siendo muy riguroso con lo que nos dicen los especialistas y los técnicos. En casa, con mi mujer, y haciendo rutinas y siendo disciplinado. Luego, desarrollando otro tipo de cosas que a lo mejor no tenías la oportunidad de poderlas realizar y las estoy llevando a cabo ahora. Por lo tanto, llevándolo lo mejor posible y pensando que ya queda un día menos y que tenemos que ser optimistas y que cuando se salga ésto vamos a salir a mejor. Dándole vueltas al fútbol.

P: Hace unas semanas se hizo cargo de la selección de Armenia. ¿Cómo trabaja el día a día de la selección en la distancia?

R: La verdad es que tenemos una ventaja, que son las nuevas herramientas que permite la vida. Por lo tanto, estamos en contacto diario, tanto con la gente de comunicación como de márketing, por la mañana, y por la tarde en contacto continuo con los técnicos de allí, como el seleccionador sub-21 que es Antonio Flores, técnico español que fue profesor mío y que se lo llevó también Ginés Meléndez, con el que estoy en contacto, y con Luci Martín, mi ayudante. Por lo tanto, tenemos una serie de 36 o 40 futbolistas de los que él (Ginés) me está mandando vídeos, características, partidos.. Lugo tenemos otro técnico, Suren, que nos manda todos aquellos futbolistas que todavía no han estado en la selección pero que son jugadores posibles para llamarles y estoy conociéndolos. Al final, casi las 24 horas están dedicadas a la selección.

P: La gran estrella de Armenia es Henrik Mkhitaryan, exArsenal y ahora en el Roma. ¿Tiene algún dato de cómo está y cómo está manteniendo la forma?

R: Sí, se está entrenando. Hablé con él antes de venir. Es un chico muy querido allí, referente a nivel deportivo y con una calidad humana muy grande; muy integrado en lo que es su país. Lo que me ha gustado del equipo nacional es el sentido patriótico que tiene todo el mundo por defender la selección y él me lo estuvo contando. Es verdad que yo le conocía anteriormente. Fíjate que, si todo hubiera ido por los cauces normales estos días, el partido de Europa League Sevilla-Roma hubiera ido a verlo. Estoy en contacto con una serie de jugadores. Una de las primeras ideas que tenía era haber llamado a todos los chicos que habían estado convocados y presentarme, porque no podía haber sido a nivel personal.

P: Abrimos el debate. ¿Qué cree que va a ocurrir en el fútbol cuando pase la pandemia?. ¿Y ahora, qué?.

R: Va a haber un antes y un después, igual que a nivel social y en todos los sectores; nosotros no podemos estar al margen. Va a haber un cambio. Sobre todo en el tema de las negociaciones en los contratos de los futbolistas. Seguro que FIFA y UEFA van a tener que hacer algo con el tema de los contratos. Pero sobre todo, a nivel futbolístico el asunto va a ser el realmente creer en las canteras. En las canteras se ha creído cuando ha habido necesidad en los clubes; históricamente el Sevilla, el Madrid menos porque su necesidad ha sido menor; pero yo hablo por el Sevilla. Siempre han tirado de cantera cuando ha habido necesidad, sobre todo a nivel económico. Pero ahora va a ser una necesidad a nivel global y los clubes, en general, van a tener que tirar de la cantera, y van a tener que hacerlo sin haber creído en la cantera. En España se nos llenaba la boca de la cantera y, luego, cuando tu mirabas las alineaciones de los equipos, resulta que no tenían ningún chico de abajo, formado en casa.

P. ¿Y el sistema tendrá mecanismos de protección para premiar a esos clubes, a los que han apostado por formar jugadores?.

R. Por esto creo que FIFA y UEFA van a tener que adelantarse, diríamos, a esa lucha porque los clubes grandes van a intentar quitar a los chicos talentosos de otros clubes. Pero se va a tener que usar a chicos y ponerlos a jugar. Nosotros, en España, tenemos mucho talento. Antes comprábamos fútbol, íbamos a sitios a ver métodos de entrenamiento, etcétera.. y ahora nosotros vendemos fútbol porque hay muy buenos formadores, muy buenos técnicos en todos los equipos. Esos chicos, seguro, que, a corto plazo, cuando pasen unos años, diremos que ese futbolista que es internacional con nuestra selección o que es importante en un Madrid, Barcelona, Sevilla, Betis, Atlético de Madrid. Salieron de la generación en la que por circunstancias de fuerza mayor tuvieron que tirar de la cantera en este momento de emergencia sanitaria que vivimos.

P: Usted ha recorrido toda España estudiando el fútbol juvenil. ¿Cree que hay determinadas zonas de España que van por delante y que tendrán ventaja en la etapa poscoronavirus?

R: Talento tenemos en todos lados. Nuestro país es futbolero, sobre todo a nivel colectivo, aunque son excepciones a nivel individual. Pero a nivel colectivo somos un país en el que priman los éxitos. Es cierto que yo he ido, a través de las Federaciones, a Castilla La Mancha, País Vasco, Comunidad Valenciana, Andalucía. En cualquier pueblecito he visto como trabajan los chicos y en todas esas escuelas deportivas siempre hay uno que destaca, que le ves y dices "¡madre mía!". Es cierto que en el País Vasco se trabaja muy bien, por lo único en el mundo que representa el Athletic de Bilbao, pero también la Real Sociedad trabaja muy bien la cantera...

Pero insisto en que no va a quedar más remedio que tirar de abajo, porque los recursos económicos no van a ser los que eran, y FIFA va a tener que poner un tope, igual que en los salarios, en los traspasos, fichajes, contratos...No tiene sentido que a nivel social y económico haya un cambio y que el fútbol siga el mismo camino; tiene que ir de la mano de lo que la sociedad va a demandar.