El portugués Daniel Carriço, que fue futbolista del Sevilla hasta mediados de febrero, se entrena en solitario en Lisboa y tiene las maletas hechas para, en cualquier momento, relanzar su carrera en Wuhan, la ciudad china donde comenzó la pandemia de coronavirus.
Si a mediados de febrero fichó por el Wuhan Zall cuando peor estaba la situación en China en una decisión muy arriesgada y con el fútbol europeo aún en marcha, ahora está pendiente de recibir el visado de la Embajada china para juntarse con el resto de compañeros y, en principio, volver a competir en mayo.
En una entrevista que concedió el defensa de 31 años a la web de la Liga de Portugal, Carriço se mostró "ansioso" por volver a hacer lo que más le gusta, jugar al fútbol, y, en particular, "viajar a China, conocer el país y una nueva cultura".
Esta pandemia "cambió la vida de todos", dijo en la entrevista, a la vez que recordó que cuando fichó por el Wuhan Zall estaba previsto que la Liga comenzara en marzo, aunque "con esta nueva realidad está previsto que comience en mayo".
Su rutina de entrenamientos en Portugal, donde se encuentra en este compás de espera, pasa por mantener la forma física de la mejor manera posible. "Son tiempos difíciles", manifestó.
Si se cumple la norma de quedarse en casa, "vamos a vencer y le daremos la vuelta a la situación", concluyó.