El bueno, el feo y el malo (1-1)

Bochornosa primera parte de un Sevilla al que le birlaron dos penaltis y que casi le remonta al Eibar tras el gol de Gameiro y la entrada de Konoplyanka y Banega

17 oct 2015 / 19:00 h - Actualizado: 18 oct 2015 / 13:44 h.
"Crónica Sevilla","Unai Emery","José Antonio Reyes","Kolodziejczak","Tremoulinas","Banega","N'Zonzi","Ciro Immobile"
  • Borja Bastón celebra el 1-0 ante la desolación de los sevillistas. / Efe
    Borja Bastón celebra el 1-0 ante la desolación de los sevillistas. / Efe


Eibar vs Sevilla 1-1 All Goals & Highlights 17... por arton-hoxha

No arranca el Sevilla, no. La actuación de los de Unai Emery en Ipurua ha resumido en un triste empate los muchos males que asolan al Sevilla desde que arrancó la temporada: falta de actitud censurable, desconcierto en los planteamientos del entrenador, Banega no tiene sustituto, mala suerte con los arbitrajes y un bajísimo rendimiento en determinados jugadores llamados a ser importantes. No perdió el Sevilla, que une este punto a los seis que había cosechado de manera consecutiva ante Rayo y Barça, pero sigue mostrando síntomas muy preocupantes tras un partido que deja la sensación de que podía haberlo ganado el Sevilla si hubiera querido.

Salió el Sevilla con poderío en forma de centímetros: Sergio Rico entre los palos, Rami y Kolo de centrales y Krychowiak, N’Zonzi e Iborra en el centro del campo. Y con algo extraño: Reyes por la izquierda y Vitolo por la derecha –no estaba Llorente...–. Pero desde los primeros instantes se percibía cómo los de azul y grana estaban bien colocados, mordían y tenían un plan, mientras que los de blanco perdían siempre los balones divididos, eran superados por alto y no sabían qué hacer con y sin la pelota. Un esperpento que a los ocho minutos ya tenía castigo: falta desde el costado diestro y Borja Bastón que se zafa de Krychowiak y Coke para cabecear con belleza y anotar el 1-0. La ventaja en el marcador reforzó los malos síntomas del Sevilla, agobiado por la presión arriba del Eibar e incapaz de trenzar jugadas sin caer en el ridículo cuando lograba superar el centro del campo sin un pelotazo a la nada.

El nivel era tan bajo que los habitualmente perdidísimos Tremoulinas y N’Zonzi camuflaban su mal rendimiento en el bochorno general. Unai, desde la banda pensaba, pero no actuaba. El partido pedía a gritos cambios sustanciales en la forma de jugar (?) del Sevilla al margen de la actitud, pero al descanso se llegó con el mismo plan (?) y con la impotencia por las nubes después de que Reyes tirara al muñeco un tiro franco desde dentro del área y de que Martínez Munuera decretara como involuntaria y no punible una clarísima mano de Escalante tras pase de Reyes. Ni eso le sale a los nervionenses, que ya acumulan varios errores arbitrales de este estilo en contra.

Mientras Gameiro se quería morir ante la falta de opciones –aún así generó la ocasión de Reyes y no paró de moverse por todas las zonas buscando la luz Emery seguía sin hacer cambios en la segunda mitad. Hasta que ya no tuvo más remedio: Konoplyanka y Banega al campo. El argentino, recién salido de una lesión, fue de los mejores. Es el bueno del equipo y no tiene sustituto. Pero por ahí pululaba el malo de la película, Martínez Munuera, que se lavó las manos de nuevo cuando Ramis le dio un codazo en la cara a Konoplyanka dentro del área. Segundo penalti birlado a un Sevilla que se crecía en cuanto le puso la misma intensidad que el rival. El Eibar fue de menos a más y el Sevilla de cero a una decencia mínima que encerró a los de Mendilibar prácticamente en su área. Konoplyanka aterró a la defensa azulgrana por la banda izquierda, lo que dejó más libre a Vitolo y a Coke por la derecha. El lateral se la dio en profundidad a Iborra y desde esa banda el valenciano cruzó un potente centro que pilló desprevenido a Riesgo y casi a Gameiro, que remató a gol con la cadera.

El Sevilla había empatado el encuentro. Con el gol creció aún más, tanto en intensidad para abortar las contras del Eibar como en claridad cuando se acercaba al área. Vitolo tuvo el triunfo en un mano a mano con Riesgo tras pared con Iborra, pero remató blando y al muñeco. Después el cancerbero vasco se lució en un tiro de Konoplyanka y en otro de Gameiro que iba claramente a gol. El Sevilla, ahora sí, merecía ganar el partido. Por ocasiones, por el sainete del árbitro –también Gameiro reclamó penalti en un derribo de Ramis cuando el francés se disponía a chutar– y porque anuló al Eibar en la segunda mitad, pese a dos contras claras que los de Mendilibar desperdiciaron con tiros francamente malos. Pero, desde un punto de vista particular, el castigo que mereció la desidia y falta de hambre del Sevilla en los primeros 45 minutos era marcharse de vuelta sin la victoria, aquella que buscó sólo durante 45 minutos, algo imperdonable y en lo que este extraño y feo Sevilla es reincidente sin que nadie le ponga remedio.

FICHA TÉCNICA

SD Eibar: Riesgo; Capa, Dos Santos, Ramis (Pantic, m. 57), David Juncà; Escalante, Dani García; Saúl Berjón (Keko Gontán, m. 69), Adrián, Inui; y Borja Bastón (Sergi Enrich, m. 82).

Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Rami, Kolodziejczak, Tremoulinas; Krychowiak, N’Zonzi (Banega, m. 67); Reyes (Konoplyanka, m. 54), Iborra, Vitolo; y Gameiro (Immobile, m. 84).

Goles: 1-0. m. 7. Borja Bastón; 1-1. m. 70. Gameiro.

Árbitro: Juan Martínez Munuera (Comité Valenciano)Amonestó a los locales David Juncà, Dani García, Pantic; y a los visitantes N’Zonzi, Immobile y Coke.

Incidencias: 5.568 espectadores -entre ellos varios centenares de aficionados sevillistas- acudieron al estadio de Ipurúa a presenciar un partido de la jornada 8 de la Liga BBVA. El local Ramis se retiró lesionado en el minuto 57.