El Sevilla culmina esta tarde dos semanas cargadas de partidos a los que ha sobrevivido de manera más o menos airosa. Sacó adelante el derbi y remontó ante Las Palmas, ambos en casa, pero fuera se dejó dos puntos de oro en Eibar y fue incapaz de no besar la lona ante un Athletic sin brillo. La misma historia desde hace meses: gana en casa y flaquea fuera. Por eso en el envite de esta tarde ante el Alavés los de Sampaoli están obligados a ganar. Mientras no despierten de visitantes la presión como local será así de alta. Además, el buen juego exhibido ante el Lyon en la Champions League exige al propio equipo unas prestaciones similares para hoy.
Entre otras cosas porque Sampaoli dejará las abruptas rotaciones para otra ocasión. Llega un nuevo parón y ya habrá tiempo para descansar. Jugarán, pues, sus hombres de confianza. Una columna vertebral que se inicia con Sergio Rico y que continúa por Pareja, N’Zonzi, Vitolo y Nasri hasta llegar a Vietto. Puede que el alicaído Franco Vázquez deje su sitio a Sarabia en el once, toda vez que las labores de organización las está desarrollando a las mil maravillas el renacido Nasri y que el italo-argentino parece demandar cierto descanso. Más allá de esa duda, la excelente segunda parte ante el Olympique de Lyon refuerza la teoría de que Ben Yedder y Vietto, pese a los fallos del argentino en la Liga de Campeones, rinden mejor juntos que en soledad, por lo que no parece que haya cambios en este sentido.
Una vez más, el Sevilla deberá andarse con ojo con las pérdidas no forzadas cuando organiza su ataque. Volvió a sufrirlas en la primera parte ante el Lyon, corregidas por la intensidad dispuesta tras el descanso. He ahí la fórmula a aplicar ante el equipo de Pellegrino, que ha llevado al Alavés a asaltar el Camp Nou (1-2), a forzar la igualada en el Calderón (1-1) y a rozarla en Mestalla (2-1 con gol che en el 88’ y de penalti). Es decir, que los vitorianos tienen armas para crear problemas en tres de los estadios más difíciles de España. Pellegrino tiene la duda de Deyverson, con molestias musculares, y la baja de Feddal. Parece que repetirá la fórmula que le dio éxito ante el Barça: defensa de cinco de esas que incomodan a un Sevilla lento como hemos visto en demasiadas ocasiones en este inicio de la temporada. Irse con 14 puntos –de 21– al parón es el claro objetivo sevillista.