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Kevin Gameiro, la gran referencia ofensiva del Sevilla, entrenándose. / Manuel Gómez -
Ni hay excusas, ni tiempo para detenerse a pensar en lo que se hizo mal lejos del Sánchez-Pizjuán. Hoy, con el Santiago Bernabéu por escenario y el Real Madrid como rival, el Sevilla intentará dar un golpe de autoridad en la lucha por los puestos de Liga de Campeones. Tumbar al conjunto de Zinedine Zidane, fuerte en la Champions aunque con el título de Liga lejos, supondría elevar a las nubes la autoestima de un Sevilla intratable en casa, finalista de la Copa del Rey y aspirante otro año más a conquistar la Europa League. Ha ido a más el Sevilla, pero su pobre papel liguero lejos de casa le obliga a no dejar pasar más oportunidades.
Todo ello con un Villarreal-Barcelona a las cuatro de la tarde. Cuando los hombres de Emery pisen el terreno de juego ya habrá terminado el partido de su gran rival en la lucha por el cuarto puesto. Si el equipo de Marcelino pierde o empata, el Sevilla tendría en su mano la posibilidad de situarse a cuatro e incluso a dos puntos en caso de victoria. Tras el batacazo del Atlético ante el Sporting, el Barcelona puede acercarse aún más al título. Pero ojo: la derrota colchonera anima también al Real Madrid, ya que en caso de ganar al Sevilla se situaría a un solo punto del segundo puesto, en poder del equipo de Simeone
En cualquier caso, la visita al Bernabéu llega marcada por la plaga de bajas que asola al conjunto nervionense. Vitolo, Konoplyanka, N’Zonzi, Krohn-Dehli y David Soria por lesión, así como Banega por sanción, se pierden el encuentro. La ausencia de David Soria, que acabó el partido ante el Basilea con molestias, trae consigo el regreso a la lista de Beto por primera vez en mucho tiempo. Fazio, Coke y el canterano Cotán también viajan, no así Carriço (por decisión técnica), lo que no deja de ser también llamativo. No hay explicación oficial.
Más difícil todavía, en definitiva, para el Sevilla en su intento de poner fin a la mala racha de resultados lejos del Sánchez-Pizjuán. Pero no queda otra que dar la cara e intentar ganar al Real Madrid. Además, ya lo ha dicho Emery: «Es el día». Pronunció estas palabras horas antes del último entrenamiento para recordar que, pese a los contratiempos, vencer al Real Madrid supondría un paso adelante importantísimo en una jornada en la que el Villarreal tampoco lo tiene fácil.
Enfrente, un equipo, el de Zidane, que ha ganado sus cuatro últimos encuentros (Levante, Celta, Roma y Las Palmas) y que, sobre todo, es fuerte en casa. Sólo el Barcelona (0-4) y el Atlético (0-1) han logrado derrotarle en el Bernabéu. Junto a ellos, el Málaga, con un 0-0, forma la corta relación de equipos que puntuaron su visita al feudo madridista.
Entre esa solidez del Bernabéu, el hecho de haber tenido toda la semana para preparar el choque y la recuperación de un futbolista clave como Benzema al que se unen Kroos y James Rodríguez (ausentes la pasada jornada ante la UD Las Palmas por decisión técnica), el Real Madrid gana enteros. Eso sí: pierde por sanción a dos pilares en defensa como Sergio Ramos y Pepe, sancionados. Varane y Nacho Fernández ocuparán sus plazas en el eje de la zaga.