-
Los jugadores del Valencia celebran uno de los goles de Zaza al Granada, el pasado domingo. / Efe
El triunfo del pasado sábado ante el Deportivo ha quitado un enorme peso de encima al Sevilla. Seis partidos oficiales sin ganar eran demasiados. Además de frenar las aspiraciones ligueras del equipo de Jorge Sampaoli, el bajón le ha costado decir adiós a la Champions. Por ello, ganar al conjunto coruñés ha supuesto un auténtico respiro que permite al Sevilla seguir metido de lleno en la lucha por el tercer puesto con el Atlético de Madrid. Pero no puede detenerse ahí su reacción. Esa victoria debe suponer un punto de inflexión, aunque el próximo rival exigirá rendir a un alto nivel.
Al Sevilla le espera el mejor Valencia de la temporada, un equipo que, en una campaña para olvidar, ha logrado remontar el vuelo. Tres victorias consecutivas (Deportivo, Celta y Granada) han permitido al equipo de Voro, técnico interino que está mejorando a todos, situarse en la zona media de la tabla. Lo ha hecho, además, después de haber visto el descenso como una posibilidad cierta hasta hace poco.
Clave en esta reacción del conjunto che es su rendimiento como local. Hasta el pasado mes de febrero sólo había ganado dos encuentros (Alavés y Espanyol); todo lo demás fueron decepciones. Sin embargo, hoy en día el Valencia es otro Valencia, como confirma su bagaje en sus seis últimos partidos como en Mestalla, saldados con cinco victorias y un empate (por este orden: 2-0 al Athletic, 2-1 al Real Madrid, 1-0 al Leganés, 1-1 con el Sporting, 3-0 al Dépor y 3-2 al Celta).
Ese buen hacer en casa ha permitido al conjunto de Voro alejarse de la zona de peligro y afrontar la visita del Sevilla como una buena oportunidad para dar una alegría a su afición. La rivalidad es grande y equipo de Sampaoli tendrá que demostrar que la mala racha es historia.