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N’Zonzi celebra el gol que dio el triunfo al Sevilla. / Manuel Gómez
Jorge Sampaoli sigue su marcha triunfal en el Sevilla, al que tiene colocado en la segunda posición de la clasificación gracias a los 20 puntos sumados en nueve jornadas. Los tres últimos los ha ganado este domingo a lo grande, frente al que era líder de la Liga. Un Atlético que hincó la rodilla, como tantos otros, en el Sánchez-Pizjuán, en un partido a cara de perro solventado por un gol de N’Zonzi mediada la segunda mitad, en la que los de Sampaoli fueron mejores que los de Simeone bajo la lluvia de Sevilla. Se lo trabajó el cuadro nervionense, que propuso más ante un Atlético muy respetuoso con el Sevilla, que acabó con diez por expulsión de Koke y que apenas inquietó a Sergio Rico en la segunda parte. Si ganarle al Atlético de Madrid es dificilísimo, hacerlo como lo hizo el Sevilla adquiere más méritos aún.
Las cartas estaban sobre la mesas desde días antes del partido. El Sevilla repitió su apuesta por el control de la posesión con un solo delantero centro (Vietto) y el Atlético únicamente cambió a Fernando Torres por Gameiro, en su regreso a Nervión. Durante los primeros 45 minutos hubo demasiado respeto entre ambos equipos. N’Zonzi y Nasri dominaban el balón pero sin profundidad, mientras que Mariano y Escudero estaban bien vigilados por los laterales del Atlético, sin orden de proyectarse en ataque durante la primera parte, algo sintomático. Todo lo que sucedió partió del Sevilla, que se asomó por el área de Oblak con cierto peligro: un disparo desde la frontal de Nasri (le dio mordida), un cabezazo de cerca de N’Zonzi que le salió a las manos del portero y otro tiro del francés tras despeje de Godín que se le fue alto. El Atlético las tuvo incluso más claras, aprovechando dos errores no forzados de Franco Vázquez y de Sergio Rico en el despeje. El cancerbero sevillista le detuvo un disparo por bajo a Gameiro, al que había dejado en ventaja Griezmann y luego vio cómo Correa (tras asistencia del exsevillista) la enviaba fuera en una posición aún más clara.
El Sevilla rozaba el 70% de la posesión y presionaba de verdad, pero daba la sensación de que Simeone se guardaba algo para la segunda parte, un poco más de decisión de los suyos en ataque, un poco menos de respeto al Sevilla. Pero resultó al revés. La lluvia, que no cesaba, hacía cada jugada más pesada y lenta. Vietto, que se movió muy bien siempre, estaba demasiado solo en el ataque, necesitaba ayuda. Todo lo contrario que Griezmann y Gameiro, que no precisaban mirarse para conectar. Franco Vázquez, de calidad incuestionable, estaba fuera del partido con un ritmo cansino y que evitaba cualquier sorpresa. Lo que de verdad buscaba Sampaoli apareció a los tres minutos de la reanudación, con una jugada colectiva al primer toque que acabó en la frontal con Vietto asistiendo a Nasri y éste disparando al palo tras regatear a dos defensas. De la misma forma, un minuto después, Vitolo hacía lucirse a Oblak tras una contra bien llevada por Franco Vázquez y un buen centro de Mariano. También paró un potente chut de N’Zonzi el guardameta atlético. El que se había despojado de sus ataduras era el Sevilla.
Había salido fuerte el equipo hispalense y Simeone reforzó el centro del campo con Tiago en lugar del cansado Carrasco. Lo notó el cuadro colchonero, que se sacudió la avalancha local. Poco después sustituyó al silbado Gameiro por Torres, buscando movimientos diferentes arriba. El partido volvía a parecerse al de la primera mitad, con la posesión cada vez más repartida. Pero de repente Vietto, que seguía cuajando un gran encuentro con movimientos muy inteligentes, aguantó una pelota de espaldas en el centro del campo y asistió con calidad a la carrera de N’Zonzi, otro que se agiganta semana tras semana. La zancada del francés, que recordó a la del ídolo Frederic Kanouté, venció al esprint de Gabi y Savic y le permitió batir a Oblak de tiro cruzado. Lo había conseguido el Sevilla, que tenía por delante 20 minutos para afianzar la posesión, defenderse y buscar la sentencia, sobre todo tras la inmediata expulsión de Koke, que llegó tarde ante Rami y vio la segunda amarilla.
Simeone dejó intacto el esquema, ahora 4-3-2, mientras que Sampaoli no tocaba el banquillo ni ante las evidentes muestras de cansancio de Vietto y sobre todo Franco Vázquez, que mejoró tras el descanso. El Sevilla, con Mariano y Escudero a un nivel bastante alto, cerraban las bandas y desdoblaban al Mudo y a Vitolo en las alas, sobre todo el brasileño, en gran estado de forma. Con N’Zonzi imperial como eje de equilibrio y una presión general coordinada, el equipo de Nervión se lo ponía difícil al cansado Atlético, que buscaba faltas cerca del área como arma principal. Se las regaló el Sevilla en tres ocasiones, pero sólo en una Godín puso en leves aprietos a Sergio Rico. El Sevilla fue inteligente en ataques en los que arriesgó poco, conservando la pelota y obligando a los de Simeone a dar hasta la última gota de sudor. Si hubiera tenido fuerzas Franco Vázquez y Vietto podrían haber marcado el segundo, pero llegaron extenuados. Sampaoli introdujo a Iborra y a Correa para perder tiempo y Martínez Munuera señaló el final del partido, constatando que el Sevilla había vencido a todo un Atlético siendo fiel a su filosofía y que, de momento, hay que empezar a creerse que el Sevilla es de verdad, nada de engaño. Ahora tiene puntos y juego.
FICHA TÉCNICA:
1 - Sevilla: Sergio Rico; Mercado, Nico Pareja, Rami; Mariano, N’Zonzi, Nasri, Escudero; Vitolo, Franco Vázquez (Iborra, m.89); y Vietto (Correa, m.90).
0 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Godín, Savic, Filipe Luis; Gabi, Koke; Carrasco (Tiago, m.56), Correa (Nico Gaitán, m.46); Griezman y Gameiro (Fernando Torres, m.66).
Gol: 1-0, M.73: N’Zonzi.
Árbitro: Juan Martínez Munuera (Comité Valenciano). Expulsó al atlético Koke por dos tarjetas amarillas (minutos 62 y 77). Además, amonestó a los locales Rami (m.07), N’Zonzi (m.38), Nasri (m.45) y Mariano (m.81) y a los visitantes Correa (m.42) y Gabi (m.44).
Incidencias: Partido de la novena jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 35.000 espectadores. Tarde lluviosa y terreno algo blando por el agua.