El Sevilla, que regresó en la tarde del domingo a la capital andaluza tras el empate a cero de San Sebastián ante la Real Sociedad en la quinta jornada de LaLiga, inició este lunes en su ciudad deportiva el trabajo de la semana, en la que el equipo de Julen Lopetegui tiene fijado dos encuentros mas del torneo doméstico, el miércoles ante el Valencia y el sábado frente al Espanyol, ambos en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
El preparador vasco tiene, en principio, a todos los jugadores de su plantilla disponibles para la cita del miércoles, ya que la pasada semana estuvo renqueante el central francés Jules Koundé pero finalmente viajó a San Sebastián y jugó el partido completo.
Los dos únicos jugadores del primer equipo que no estuvieron en la expedición fueron el mediapunta Óliver Torres y el centrocampista serbio Nemanja Gudelj, aunque ambos se quedaron en Sevilla por motivos técnicos.
Para el partido del miércoles, que será el quinto de liga para los sevillistas al tener aplazado el que debía disputar como local ante el Barcelona en la cuarta jornada, Julen Lopetegui deberá incidir con los suyos el asunto de los penaltis en contra.
El conjunto andaluz ha sido castigado en sus dos últimos partidos con cuatro penaltis, tres el pasado martes en el partido de la Liga de Campeones ante el Salzburgo, de los que el equipo austríaco solo convirtió uno; y el de este domingo en el Reale Arena, que tampoco transformó en gol la formación donostiarra.
Además, el conjunto hispalense buscará en estos dos partidos que juega en cuatro días romper una racha de tres empates consecutivos en sus últimas citas oficiales, pues tras arrancar con victoria en LaLiga ante el Rayo (3-0) y el Getafe (0-1), igualó a uno en Elche, como local ante el Salzburgo (1-1) y en el campo de la Real.