El Sevilla tiene tres proyectos para alcanzar los 50.000 espectadores

El club pretende ampliar la capacidad de su estadio y tiene ya sobre la mesa ideas concretas para llevar a cabo un nuevo rediseño. Además, los suelos están ya elegidos

10 oct 2017 / 07:00 h - Actualizado: 09 oct 2017 / 21:37 h.
"Sevilla FC","José Castro"
  • El Ramón Sánchez-Pizjuán vivirá una nueva remodelación en los próximos meses. / El Correo
    El Ramón Sánchez-Pizjuán vivirá una nueva remodelación en los próximos meses. / El Correo

Con el equipo situado en el segundo puesto de la clasificación liguera y liderando su grupo en la Champions, una afición volcada una temporada más que ha situado el número de abonados en torno a los 40.000 y, sobre todo, las arcas gozando de una buena salud, el Sevilla está decidido a dar un nuevo giro de tuerca para seguir creciendo. Y éste no es otro que llevar a cabo una ampliación del aforo del Ramón Sánchez-Pizjuán, que actualmente supera los 42.000 espectadores.

Según ha podido saber El Correo de Andalucía, la idea de los rectores de la entidad nervionense es alcanzar una capacidad aproximada de 50.000 personas, para lo cual tiene en estos momentos tres proyectos sobre la mesa.

El primero de ellos consiste en construir un tercer anillo sobre los dos ya existentes que permita aumentar en 7.000 u 8.000 el número de espectadores con asiento, gracias a la colocación de entre ocho y diez filas de butacas. Sería, en todo caso, ‘medio anillo’, toda vez que ocuparía una altura similar a que hoy puede tener, por citar un ejemplo, el Banco de Pista. Esta obra respondería a las posibilidades máximas que puede soportar la actual estructura del Sánchez-Pizjuán. Ganar espacio y destinar parte del mismo a los niños con abono es uno de los objetivos.

El segundo proyecto que maneja el Sevilla consiste fundamentalmente en bajar el nivel del terreno de juego, de tal forma que se crearían nuevas filas de butacas en la zona de banco de pista. El número extra de espectadores con asiento que se alcanzaría con esta remodelación es aproximadamente de 3.000. Este rediseño podría traer consigo cambios en la zona donde están ubicados los banquillos, por lo que la posibilidad de que queden insertados en la propia grada es una más a considerar.

El tercer proyecto consiste en una reestructuración de las gradas del estadio en general. Su finalidad no es otra que optimizar el espacio con el fin de que puedan colocarse más asientos, algo a lo que contribuiría también un rediseño de las actuales bocas de acceso a los graderíos.

«Vamos a ver la posibilidad de que si seguimos creciendo de esta forma podamos hacer una ampliación de nuestro estadio... Vamos a estudiar la posibilidad, porque nos gustaría tener más espacio, sobre todo para los niños», comentó José Castro, presidente del Sevilla, a finales del pasado mes de agosto viendo que el número de socios rondaba ya los 40.000.

Esta idea, esbozada entonces por Castro, ha sido ratificada por el propio presidente en Estadio Deportivo, dejando claro que el propósito del club en estos momentos es acometer la nueva remodelación del Sánchez-Pizjuán a corto plazo. Tan corto que espera que la próxima temporada el estadio cuente con varios miles de butacas más, lo que da una idea de la velocidad con la que se mueve el asunto.

EL PESO DE LOS TOPES.

Dados el número actual de socios y la capacidad del estadio, la obligación de destinar el 5% del total del aforo a la afición visitante por normativa de la UEFA y de la Liga impide vender más abonos, así como entradas para público en general. Un motivo, en definitiva, para plantearse la remodelación de un Sánchez-Pizjuán que aún está siendo objeto de actuaciones aprobadas en el rediseño anterior, cuyo coste, según reconoció el propio Castro durante la pasada Junta General de Accionistas (diciembre de 2016), estaba fijado en nueve millones de euros.

Ahora, habrá que ver por qué proyecto se decide el Sevilla a la hora de afrontar un nuevo reto, el de adecuar sus instalaciones a la demanda de sus socios y público en general. Clave en la decisión será, sin duda, el importe económico que tenga, por más que las arcas anden saneadas, así como las posibilidades del proyecto elegido. En este sentido, ninguno de los tres desvelados por El Correo es excluyente de otro.

SUELO GRIS, SUELO ROJO.

Dentro de las obras de mejora que se llevan a cabo actualmente en el Sánchez-Pizjuán, y que estos días, por ejemplo, han tenido como objeto la visera, el club se ha decantado por pintar los suelos, con un proyectado plástico, de color rojo en la zona de Preferencia y gris en el resto del estadio.