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Una imagen de las taquillas del Sánchez-Pizjuán. / Manuel Gómez
El lío del posible cierre parcial de la grada baja del Gol Norte del Sánchez-Pizjuán durante cuatro u ocho partidos o de todo el estadio entero por cuatro encuentros no ha hecho más que empezar. Para empezar, se trata de dos castigos correspondientes a dos de los 12 expedientes sancionadores que tiene abiertos el club en la Real Federación Española de Fútbol, por lo que las sanciones no han hecho más que empezar. Además, el plan de actuación del Sevilla es claro. Según ha podido saber El Decano Deportivo, la entidad nervionense agotará todas las vías administrativas y judiciales para evitar lo que consideran un castigo injusto y desproporcionado, sin perjuicio de que solicitarán la suspensión cautelar de las mismas en caso de que finalmente no se estimen sus recursos o esté por aclararse sus demandas en la justicia ordinaria cuando dé comienzo la Liga.
La razón en bien sencilla: el Sevilla entiende que si finalmente se le da razón, bien sea administrativamente bien en los tribunales de justicia, y ya se ha ejecutado el cierre parcial o total de sus gradas, el perjuicio económico al club es de enorme importancia, toda vez que habría perdido una cantidad importante de dinero en cuanto a abonos no renovados o sacados y en cuanto a entradas no vendidas para un buen número de encuentros. Es tal la confianza en el Sevilla de que al menos la suspensión de manera cautelar sí se hará efectiva que en la campaña de renovación, captación y venta de abonos para la temporada 2015-16 –está a punto de iniciarse– no habrá cambio alguno por estos motivos. Es decir, que se pondrán a la venta los abonos en esa grada baja del Gol Norte con total normalidad y para los 19 encuentros ligueros de la temporada.