Entre el varapalo económico y lo políticamente correcto

El club tiene que zanjar la devolución del importe a sus abonados por los seis partidos ligueros que se jugarán a puerta cerrada. La cantidad asciende a unos cuatro millones de euros

Manu Ojeda manuojedas /
14 may 2020 / 09:15 h - Actualizado: 14 may 2020 / 10:12 h.
"Sevilla FC","José Castro"
  • Pepe Castro, presidente del Sevilla FC, durante una rueda de prensa. / Manuel Gómez
    Pepe Castro, presidente del Sevilla FC, durante una rueda de prensa. / Manuel Gómez

El Sevilla FC tendrá que resolver pronto el asunto que atañe a la devolución del importe a sus abonados. Una de las incógnitas más complejas y minuciosas de tratar, teniendo en cuenta, en primer lugar, la cancelación de la Liga Santander y el resto de competiciones profesionales y, en segundo, su reanudación a puerta cerrada. Esta situación deja en fuera de juego total a los abonados, que se encuentran a la espera de saber qué ocurrirá con una inversión que no han podido consumir en su totalidad.

El club de Nervión cuenta con un total de 39.955 socios que no podrán presenciar en el Sánchez Pizjuán los seis partidos que restan al Sevilla (se prevé que hasta 2021 los encuentros se disputen a puerta cerrada). Esto sin contar el séptimo partido oficial de Europa League que afrontarían los de Julen Lopetegui y que sólo iría incluido en el abono total (con el que cuentan la mayoría de los abonados), cuya diferencia es de casi 100 euros más con respecto al abono sólo de Liga Santander.

El contexto no es nada fácil. Por un lado, la entidad quiere evitar el varapalo económico que supondría afrontar esta devolución, que asciende a unos cuatro millones de euros. Por otro, la política del club comprende la sensibilidad ante los abonados, cuyas situaciones económicas se escapan del control de un club que estaría ayudando directamente a muchas familias que pudieran necesitarlo.

Hasta el momento, la cautela y el análisis del entorno es la máxima del club para tratar de solventar una situación que podría desembocar en críticas de los propios abonados ante su insatisfacción, no sólo por no poder disfrutar de los servicios contratados (situación de fuerza mayor), sino por no recuperar un dinero que ya ha caído en saco roto. De hecho, el malestar ya comienza a notarse entre los afectados. Tanto es así que varios abonados han comentado a este periódico que “si no me bajan el precio del próximo carnet o no me devuelven el dinero que se me adeuda, me hago del Betis, que juega menos partidos... Así me ahorro un dinero y tengo menos problemas con la parienta”.