Este Sevilla es un Volkswagen

Al amparo de las bajas y el llamado proceso un equipo campeón ha perdido sus señas de identidad y los valores que le llevaron a la gloria y a agrandar su leyenda no hace tanto tiempo en el mismo escenario de Turín

01 oct 2015 / 00:16 h - Actualizado: 01 oct 2015 / 11:30 h.
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  • Dybala, rodeado por jugadores del Sevilla. Foto: Efe
    Dybala, rodeado por jugadores del Sevilla. Foto: Efe

A este paso habrá que retirar algún que otro cartel en Nervión. ¿Dónde dejó el Sevilla de Turín la casta y el coraje? Pésima la imagen del campeón de la Europa League en uno de los estadios donde amplió su leyenda, donde tanta gloria ganó con un sello de identidad bien distinto, en uno de los grandes escaparates del Viejo Continente. Preocupante regresión del equipo de Unai Emery, sin personalidad, sin garra, sin intensidad. Sin, sin y sin. Eso fue el Sevilla, un equipo sin. ¿Seguirá teniendo alma? Porque tener a la Juventus, el actual campeón de Italia y subcampeón de Europa, delante le acabó sirviendo de excusa, por aquello de las bajas, importantísimas, sin duda, con el que se plantó en el estadio de la ‘Tercera’. No le daba bula, en todo caso, para convertirse en un grupo tan blandito, manejado a su antojo por una Vecchia Signora que tuvo su partido más cómodo de lo que va de temporada.

Buffon recogió un solo balón con las manos, sí, lo recogió, un tiro lejano de Konoplyanka que ni se arrimó a la categoría de ocasión. Obviamente, esa falta de intención, de ambición, de deseo de los nervionenses, no encaja en el argumento de Emery sobre la necesidad de ir acoplando piezas, porque el problema del equipo es mucho más profundo. Tiene que ver con los valores irrenunciables que hizo, no hace mucho, a este equipo campeón. Este Sevilla es como un Volkswagen, tiene el motor trucado, y contamina, vaya si contamina. Tiene que pasar con urgencia por el taller, porque si no, como en el gigante automovilístico, habrá consecuencias para su ingeniero vasco. Y aquí no habrá tanta paciencia como tiene Fernando Alonso en McLaren.

El Sevilla puede perder, faltaría más, pero no perder así, sin el orgullo que exige su camiseta, esté la Juventus delante, el Barcelona o el Rayo Vallecano. Del subcampeón de Europa al campeón. Viene el FC Barcelona, sin Messi y sin Iniesta, que es mucho menos Barcelona. Toca recuperar la vieja senda, el camino que ya ha recorrido este equipo. Todo lo demás es una gran estafa, como lo de Volkswagen.