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Fazio y Diogo: segundas partes...

El rendimiento de los dos fichajes invernales está siendo muy pobre

24 mar 2016 / 07:14 h - Actualizado: 26 mar 2016 / 14:49 h.
"Sevilla FC","Unai Emery","Monchi","Diogo","Federico Fazio"
  • Diogo y Fazio, en el centro, en un entrenamiento del Sevilla. / M. Gómez
    Diogo y Fazio, en el centro, en un entrenamiento del Sevilla. / M. Gómez

Tras casi dos meses de nuevo en la disciplina del Sevilla, los dos fichajes invernales del club nervionense, Federico Fazio y Diogo Figueiras, apenas se han hecho notar. El regreso de ambos levantó cierta polémica, sobre todo en el caso de Fazio, quien se marchara por la puerta de atrás en el verano de 2014 tras un desencuentro con la directiva sevillista a cuenta de su renovación. El defensor argentino ha vuelto a Nervión a préstamo hasta el final de la temporada y hasta la fecha su rendimiento ha sido pobrísimo, llegando a acumular bastantes críticas negativas por su actuación en Vigo, donde fue expulsado antes de la media hora de partido, y en Vallecas, campo donde quedó señalado en uno de los goles marcados por el Rayo.

Por el momento, el protagonismo de Fazio en el Sevilla ha sido testimonial: esos dos partidos referidos en los que acumuló 115 minutos de juego. La vuelta del central fue propiciada por las bajas en la defensa, sobre todo tras el percance de Marco Andreolli y la lenta recuperación de Nico Pareja. Y tenía el visto bueno de Unai Emery, quien quería recuperar el principal baluarte a balón parado del Sevilla en las últimas temporadas. Desde que Fazio se marchara al Tottenham, el rédito que el conjunto sevillista le ha sacado a las jugadas de estrategia es muy bajo, pese a contar con hombres altos como Iborra, N’Zonzi o Llorente, y buenos golpeadores como Banega, Reyes o Konoplyanka. Tal ha sido el pobre balance de las actuaciones del zaguero que Unai no se ha atrevido aún a darle minutos en el Sánchez-Pizjuán, sabedor de que gran parte de la afición lo elige como centro de las críticas si no se gana.

El caso de Diogo es aún más rocambolesco. El portugués fue descartado por Emery durante el verano –fue fichado Mariano Ferreira, cuyo rendimiento, aunque sin alardes, supera al que diera el luso– y se marchó a préstamo al Genoa, donde tuvo un papel residual. De ahí fue restacado por Monchi ante la imposibilidad de cerrar la operación del madridista Cheryshev, quien también hubiera supuesto otro regreso. El hoy jugador del Valencia estaba dispuesto a una segunda oportunidad en Nervión, pero sólo si se confirmaba la salida de Kakuta. No fue así antes del 31 de enero y Cheryshev optó por jugársela en Mestalla. Pocas fechas después, Kakuta hacía las maletas hacia China (Hebei Fortune) y Diogo se convertía en su reemplazo.

El rendimiento de Diogo está siendo igual de pobre que el de Fazio: tres partidos (Getafe y Real Madrid en la Liga y Molde en Europa) con un total de 107 minutos. Curiosamente, Emery tampoco se ha atrevido aún a usarlo en el Sánchez-Pizjuán. Ni el luso ni Fazio parecen destinados a marcar un salto de calidad, aunque desde el club nervionense se insiste en que el mercado invernal es tremendamente difícil y que la plantilla es amplia. Tras tres meses a tope de partidos, el Sevilla se ha metido en la final de la Copa del Rey, sigue adelante en la Europa League, ha recortado la diferencia de puntos con el Villarreal en la Liga y está superando otra plaga de lesiones en jugadores importantes.