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Los jugadores del Sevilla celebran el pase a la final. / Manuel Gómez
La final de la Copa del Rey se disputará el próximo 21 de abril, entre el Sevilla y el Valencia o el Barcelona, y hasta ahí se puede leer. Como ya empieza a ser una costumbre en el fútbol español, la fecha de la final del torneo genera una serie de efectos colaterales que pueden hacer que el calendario del Sevilla, e incluso el del Betis se vean trastocados. Para evitar los líos de ocasiones anteriores, la Federación Española de Fútbol señaló el estadio Wanda Metropolitano como posible sede del encuentro que decidirá el campeón.
Ya es seguro que el Sevilla tendrá que retrasar el partido de la jornada 34ª de Liga puesto que está programada en el fin de semana de la final (21-22 de abril). Por tanto, el encuentro entre el Sevilla-Real Madrid se aplazará. También, por razones obvias, el partido en el que esté implicado el segundo finalista (Barcelona o Valencia) también tendrá que cambiar de fecha. No quedan ahí los posibles cambios ya que el Atlético de Madrid disputa su partido la jornada 34ª en su estadio, y ante el Betis, por lo que es posible que la cita de los verdiblancos en la capital de España se vea obligado a cambiar de día, si la final se disputa en el Wanda.
Si todos estos cambios se confirman los tres partidos aplazados, la fecha más probable para su disputa sería el miércoles 9 de mayo, por lo que podría darse la circunstancia de que el conjunto de Nervión tenga que afrontar el partido ante el Real Madrid y el derbi ante el Betis en la misma semana, ya que el duelo para los verdiblancos se disputará el fin de semana siguiente (12-13 de mayo).