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La mentalidad no debe rotar

No ha sido para el Sevilla la mejor forma de preparar lo del jueves

10 abr 2016 / 20:37 h - Actualizado: 13 abr 2016 / 21:50 h.
"Sevilla FC","Unai Emery","Gameiro","Vitolo"
  • Vitolo lucha con Javi Fuego sobre el césped de Mestalla. / Efe
    Vitolo lucha con Javi Fuego sobre el césped de Mestalla. / Efe

El destino parece empeñado en que la temporada actual, en lo que al Sevilla se refiere, sea un calco a la 2013-14. Ojalá, pensará el sevillista que lea estas líneas. Por supuesto. Pero las alegrías de hace dos años taparon para siempre una serie de situaciones realmente preocupantes a las que el Sevilla se sobrepuso nadie sabe bien cómo. Aquel curso, el equipo de Unai fue colista, como en éste. Luego remontó poco a poco en la Liga y fue pasando eliminatorias en la Europa League dejando dudas. También ha pasado en esta ocasión, aunque veremos si queda quinto en la Liga y si remata el jueves la faena ante el Athletic. Incluso hace dos temporadas, en mitad de la eliminatoria ante el Valencia en la Europa League le tocó visitar San Mamés. Ahora es justo al revés. Hace dos años Emery rotó en Bilbao creyendo que en Mestalla darían la cara los titulares tras el 2-0 de la ida. Ayer hizo lo mismo en Valencia pensando en el jueves tras el 1-2 de la ida. A más de uno le dará escalofríos sólo de pensar en un partido como el que salvó milagrosamente Mbia en Mestalla en el 94’ hace dos años.

La actitud de los jugadores ante un Valencia limitadísimo en sus prestaciones por todo lo vivido esta temporada es inadmisible e injustificable. Debatible es y debe ser el planteamiento de Emery, pero la actitud de muchos jugadores está lejísimos de ser la ideal. Es más, se entienden las rotaciones efectuadas por Unai: el partido de verdad es la vuelta ante el Athletic, que sin duda sigue vivo en la eliminatoria, ojo. El planteamiento táctico ya es otra cosa: el Valencia lo tenía chupado vigilando sólo a Banega y dejando mandar a Cristóforo y Krychowiak. ¿Resultado? Llorente tocó un par de balones y Juan Muñoz se fue a la caseta sin hacerlo en 45 minutos.

La demostración de lo sonrojante de la primera parte la realizó el propio Sevilla tras el descanso. Sólo con las incorporaciones de Vitolo y Gameiro el Sevilla le creó bastante peligro a un Valencia muy tocado. Aparte de señalar la debilidad de otro rival que te ha ganado, ese liderazgo de los dos recambios puso en evidencia a varios de sus compañeros. No fue el día de muchos (mejor en Mestalla que frente al Athletic) ni tampoco del entrenador, que en su antiguo estadio volvió a hacer cosas poco entendibles desde fuera. Si hace dos temporadas cabreó a Del Nido y al resto del sevillismo quitando del campo a Gameiro cuando estaba liderando (gol incluido) la remontada sevillista, ayer volvió a tomar una decisión que se ha visto varias veces ya este curso: sacar a Llorente de titular sin los mejores centradores por las bandas y quitarlo del terreno de juego con Vitolo y Konoplyanka ya en el mismo.

Más allá de los factores externos que atenúan el pobre rendimiento de Llorente, el partido de Mestalla recordó que sólo hay un delantero de garantías para un Sevilla que se gastó una barbaridad en cubrir el hueco dejado por Bacca y que quiere llegar lejos en tres competiciones. El más difícil todavía. Si el final de todo va a ser el de 2014, bienvenido sea, pero...