Los dos caminos en un Sevilla «vendedor»

El Leicester va a por todas con un Iborra que trata su posible adiós a Nervión con la prudencia que no ha tenido Vitolo

03 jul 2017 / 23:38 h - Actualizado: 03 jul 2017 / 23:45 h.
"Sevilla FC","Vitolo","Iborra"
  • Iborra encabeza uno de los ejercicios de entrenamiento del Sevilla este lunes en la ciudad deportiva. / J. Barrera
    Iborra encabeza uno de los ejercicios de entrenamiento del Sevilla este lunes en la ciudad deportiva. / J. Barrera

El Sevilla entra todos los veranos en una vorágine de sentimientos encontrados que no parece tener fin. El fructífero modelo de negocio adoptado hace 15 años lo impide. Esto es, el sevillista se encuentra con que cada periodo estival tiene que decirle adiós a un jugador querido que potenciará la capacidad económica para seguir creciendo o mantener el nivel ya alcanzado. «El Sevilla es un club vendedor», recordaba este lunes Nico Pareja, uno de los capitanes de un vestuario que se puede quedar próximamente sin dos de sus piezas clave: Vitolo e Iborra.

Estos dos jugadores representan las dos formas habituales de afrontar esta situación por parte de los futbolistas. Mientras el canario, idolatrado hasta hace un mes por la hinchada tras tres grandes temporadas, tiene encabritado al aficionado por sus insistentes declaraciones desvelando su intención de marcharse al Atlético de Madrid –para más inri, el enemigo número uno del Sevilla y de su afición desde hace décadas– incluso a través de Las Palmas, el valenciano, muy hablador durante todas las temporadas, calla. Iborra tiene una oferta en firme del Leicester de 12 millones que, según Marca, va a ser incrementada hasta los 14 kilos en las próximas horas. Una cantidad lo suficientemente importante como para que el Sevilla se lo piense.

Y se lo piensa por la no baladí razón de la importancia del capitán dentro del vestuario sevillista, como se ha demostrado en esta última campaña tras la salida de hombres como Coke o Reyes. Recibir por Iborra más del doble de lo que pagó en 2013 (6) es una operación importante para el Sevilla, que repetiría su venta standard: comprar, revalorizar, disfrutar del rendimiento y vender generando plusvalía. A sus 29 años, a Iborra se le presenta probablemente la última oportunidad de agarrar un gran contrato, ya que el Leicester le pagaría el doble de lo que percibe en Nervión. La cuestión a dilucidar es en cuánto valora el Sevilla la pérdida tan grande que sufriría dentro del vestuario, del que se marcharía un pilar fundamental para generar el siempre imprescindible buen ambiente en el grupo desde la jerarquía obtenida. El jugador, a día de hoy, sabe que cualquier declaración podría causarle problemas, mientras en su interior debate qué decisión tomar, inclinándose cada vez más a dar el paso de coger la puerta de salida del club en el que mejor juego ha ofrecido.

«Nosotros tenemos que ocuparnos sólo de entrenarnos y jugar. Las llegadas y las salidas son cosa del club», se desmarcaba Pareja, quien fue cuestionado por la casi inevitable salida de Vitolo: «La marcha de un jugador como él se nota en lo futbolístico y en lo personal. Sería importante porque es un jugador excepcional, pero sabemos cómo es el fútbol. Cuando un jugador rinde en la Selección lo ven muchos equipos. Desde aquí le apoyaremos en la decisión que tome porque ha dejado todo por esta camiseta, aunque lógicamente queremos que se quede». Sin embargo, en el ambiente se respira que no todo el sevillismo piensa así. Vitolo está decidido a abandonar el Sevilla y ha elegido el Atlético de Madrid, que sigue dándole vueltas a la forma que empleará para fichar al canario, pues no puede inscribir a ningún jugador –tampoco para cederlo inmediatamente, como se especula que haría con Las Palmas– hasta enero de 2018. Incluso desde el entorno del jugador se desliza que no quiere ni empezar a entrenarse con el Sevilla en esta pretemporada, que comenzó este lunes en la ciudad deportiva para el equipo nervionense.

Vitolo, por ser internacional, aún está de vacaciones, mientras que Iborra encabezaba ya los primeros ejercicios que ordenaba el cuerpo técnico de Eduardo Berizzo. «Todo esto es algo normal en este club. Esta va a ser ya mi quinta temporada y no sé si en alguna de ellas hemos bajado de diez cambios en la plantilla. Los que estén deben tener mucho compromiso y ganas de hacer el Sevilla aún más grande», resumía Pareja, otra de las voces autorizadas.